División de los delitos - De los delitos y de las penas - Libros y Revistas - VLEX 975269910

División de los delitos

AutorCesare Beccaria
Páginas61-62
61
DE LOS DELITOS Y DE LAS PENAS
meras son relaciones de igualdad. Solo la necesidad ha hecho
nacer del choque de las pasiones y de la oposición de los intereses
la idea de la utilidad común, que es la base de la justicia humana.
Las segundas son relaciones de dependencia respecto de un Ser
perfecto y creador, que se ha reservado para sí solo el derecho de
ser legislador y juez al mismo tiempo, porque solo Él puede serlo
sin inconveniente. Si ha establecido penas eternas para quien des-
obedece a su omnipotencia, ¿cuál será el insecto que se atreva a
suplantar la divina justicia; que quiera vindicar al Ser que se basta
a sí mismo, que no puede recibir de los objetos impresión alguna
de placer o de dolor, y que es el único entre todos los seres que
obra sin reacción? La gravedad del pecado depende de la inescru-
table malicia del corazón; la cual no pueden conocerla sin revela-
ción unos seres finitos. ¿Cómo, pues, de ella se tomará norma
para castigar los delitos? Podrían, en tal caso, los hombres casti-
gar cuando Dios perdona, y perdonar cuando Dios castiga. Si los
hombres pueden estar en contradicción con el Onmipotente al ofen-
derlo, pueden estarlo también al castigar23.
§ XXV.—División de los delitos
Unos delitos destruyen inmediatamente la sociedad, o a quien
la representa; otros ofenden la seguridad particular de un ciudada-
no en su vida, en sus bienes o en su honor; otros son acciones
contrarias a lo que cada cual está obligado a hacer o no hacer con
miras al bien público.
Cualquier acción no comprendida entre los dos antedichos
límites, no puede llamarse delito, o ser castigado como tal, sino
por quienes encuentran su interés en llamarla así. La incertidum-
bre de tales límites ha producido en las naciones una moral que
contradice a la legislación; varias legislaciones actuales, que se
excluyen recíprocamente; una multitud de leyes que exponen al
más sensato a las penas más rigurosas; y, por tanto, convertidos en

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR