Presentación - El impuesto justo - Libros y Revistas - VLEX 976582426

Presentación

AutorCarlos Solchaga Catalán
Cargo del AutorMinistro de Economía y Hacienda
Páginas9-11
9
El impuEsto justo
pREsEnTAcIÓn
Mi primera reacción ante el libro de Berliri sin duda condicionada por mi
formación profesional de economista, fue de escepticismo. Existe el impuesto
que minimiza los costes de eciencia, el impuesto sencillo, el impuesto fácil de
administrar, el impuesto exible a las condiciones económicas del mercado,
pero no el impuesto justo. Esta es la doctrina recibida de nuestros maestros
y de nuestros libros.
Las exploraciones de los economistas en el terreno de la justicia, sin em-
bargo, han sido, y esto debe reconocerse explícitamente, en alguna medida
superciales y hasta evasivas.
Superciales, porque en la mayoría de los casos no han ido al fondo del
problema, limitándose a enunciar principios de equidad desvinculados de
la propia razón de ser del impuesto. Berliri expresa claramente esta idea.
El principio de equidad vertical «quien tenga más, que pague más» queda
incompleto si no aborda con rigor la cuestión de por qué quien tiene más
debe ser también, quien pague más. Pero adentrarse en esta cuestión lleva
inevitablemente a las teorías del beneció y del sacricio individual, y en
estos connes el economista, por lo menos el economista actual, siempre se
halla relativamente incómodo.
Evasivas, porque no han querido enfrentarse de lleno a las dicultades ni
sacar provecho del potencial que los principios de equidad) aun desprovistos
de justicación ulterior, seguían todavía ofreciendo. Las meticulosas objecio-
nes a la posibilidad de determinar con rigor la capacidad contributiva de un
individuo, han acabado convirtiendo al principio de equidad vertical en algo
estéril y carente de utilidad. En lo relativo al principio de equidad horizontal
(«quien tenga igual, que pague igual»), la resistencia de los economistas a ha-
cer comparaciones interpersonales y a discernir qué características son o no
relevantes para determinar si dos individuos están en una misma situación,
ha llevado a un obvio vacío teórico en este campo y a la consecuente aparición
de una práctica tributaria dispar e incluso contradictoria.
De lo anterior no debería inferirse que estas objeciones son triviales. Al
contrario, algunas de ellas son tan sustanciales que han marcado denitiva-
mente a toda una generación de profesionales de la economía. ¿Qué quiere de-
cir que dos individuos son iguales? ¿Que tienen la misma renta o que tienen
las mismas oportunidades económicas? ¿Debe pagar más impuestos quien
más trabaja y gana o quién, independientemente de lo que gana y del esfuerzo

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