Introducción
| Autor | Tullio Ascarelli |
| Cargo del Autor | Profesor de la Universidad de Roma 'La Sapienza' (Italia) |
| Páginas | 13-29 |
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InIcIacIón al estudIo del derecho MercantIl
introducción
1. Al conarnos la preparación de la edición española de una de sus
obras predilectas, tullIo AscArellI, maestro y amigo, había expresa-
do el deseo de redactar un prólogo de presentación a sus lectores de
habla hispana.
Realizada la traducción sobre el texto de la última edición italiana
(Lesioni di diritto commerciale. Introduzione. Seconda edizione riveduta
ed ampliata, Dott. A. Giuffrè, Milano, 1955) y ya entregado nuestro
manuscrito revisado, para su publicación, el 20 de noviembre de 1959,
en su Roma natal, un mal inexorable arrancaba a tullIo AscArellI, pre-
maturamente, casi fulminantemente, como habían transcurrido sus
días terrenos, a la escuela y a la devoción de sus muchos discípulos.
La casi simultánea aparición de la 3.ª edición de la Teoria della con-
correnza e dei beni immateriali. Istituzioni di diritto industriale, Dott. A.
Giuffrè, Milano, 1960, cuya versión española seguirá al presente volu-
men, aconsejaron al editor español un aplazamiento, hasta la anuncia-
da publicación póstuma del Corso di diritto commerciale. Introduzione e
Teoria dell’impresa, Terza edizione, Dott. A. Giuffrè, Milano, 1962, que,
desgraciadamente, hay que considerar como edición denitiva.
Más que una simple nueva edición el presente volumen es, como
advierte el propio autor, una reelaboración, muy considerablemen-
te ampliada y refundida, hasta el punto que se estimó oportuno un
cambio de título. Se trata, pues, de una obra en gran medida diversa
de las que le precedieron. Que la traducción española responda a esta
última versión se debe a la sensibilidad del editor, que es de justicia
proclamar.
El presente Corso, ya prácticamente compuesto en noviembre de
1959, ha sido cuidadosamente revisado y puesto al día por el Prof. G.
G. AulettA, el discípulo que más unido se sintió siempre al maestro.
Los cuidadosos índices analíticos, que cierran la obra se deben, tal
como había dispuesto el autor, a su asistente profesor B. lIbonAtI.
El prólogo a la edición española quedó así para siempre entre los
mil proyectos que toda una vida, intensa como pocas, no pudo ver
realizados.
En un primer plano del espléndido movimiento de renovación de
la ciencia jurídica italiana, en el que ciertamente no faltan hombres
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Tullio AscArelli
ilustres, la personalidad de AscArellI sobresale por la brillantez de sus
puntos de vista, la originalidad de sus planteamientos, la riqueza de
sus fuentes y, sobre todo, lo insospechado de sus conexiones, posibles
tan solo para quien une una sólida formación cultural con una ampli-
tud de intereses que desconoce barreras.
A lo largo de una vida densa y agitada, que incluso conoció un lar-
go exilio, tullIo AscArellI ha sabido compaginar sabiamente los prin-
cipios con la acción, la vida con el derecho.
Sensible, como pocos, a los problemas de nuestro tiempo, ha cap-
tado, con no instinto, la problemática planteada por la irrupción de
la economía de masa en campos en los que tradicionalmente la vida
económica procedía a tempo lento.
Y ha sabido hacerlo —y este no es ciertamente el menor de sus mé-
ritos— encuadrando problemas y proponiendo soluciones enraizados
en una superior concepción del derecho. Por ello, a pesar de la va-
riedad en los temas tratados, es posible descubrir el hilo conductor
que responde a una misma inspiración. Una común savia vivicadora
circula a lo largo y a lo ancho de su extensa producción, llega hasta
los últimos tallos, hasta el breve comentario jurisprudencial. Es difícil
encontrar en su árbol, de profundas raíces, ramas desgajadas, mor-
tecinas, porque el autor ha sabido descubrir siempre las conexiones
más profundas que unen los aspectos parciales con los grandes y más
elementales problemas de la convivencia humana. De acuerdo todo
ello con su visión historicista del derecho.
Su vivir ha sido un ejemplo de entrega total, apasionada, sin tregua
y sin descanso, como si un funesto presagio le hubiera prevenido de
la brevedad de sus días. Releyendo ahora sus páginas es fácil percibir
un deseo incontenido de transmitirnos todo lo posible y cuanto antes,
aun a costa de volver sobre una idea, deseoso de aportar un nuevo
perl, o matizar algún aspecto, que presume desenfocado. La lectura
nos trae, una vez más, la imagen del hombre, pródigo en ideas, de su-
gerencias, que rebosan en cada párrafo, a veces relegadas en notas de
apariencia secundaria, lanzadas en el aire de una sala de conferencias,
ofrecidas sin más al primer interlocutor, o, sembradas en el campo
fecundo de sus discípulos. tullIo AscArellI ha querido entregarnos
todo lo que tenía dentro, con la prodigalidad de quien no conoce la
estrechez ni la prevé para el futuro; a veces precipitadamente, como si
temiera fuera a faltarle la ocasión propicia, el momento justo y el lugar
adecuado. De ahí que la lectura de su obra no sea fácil, y las aparentes
repeticiones, abundantes.
Los preciosos índices que acompañan algunos de sus últimos vo-
lúmenes, salvarán de la ignorancia muchas de sus ideas, evitarán que
queden escondidas, sin fructicar, como tesoros que se resisten al
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