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El Señor Magistrado Harlan

AutorAlan F. Westin
Páginas79-106
79
El Señor Magistrado Harlan
por
alan F. Westin
En 1833 el “Estado de Pasto Azul” (Kentucky) de donde vino al mundo John
Marshall Harlan, era fronterizo. Kentucky se había pasado a las las “Whig” (el par-
tido centralista) en 1824, bajo la inspirada jefatura de Henry Clay, para permanecer
en ellas por más de un cuarto de siglo.166 Por ser su padre amigo íntimo de “Prince
Hal” (Clay) y gura dominante en los concilios “Whig” de Kentucky, John Harlan
estaba imbuido del credo centralista como de su fe natural. Criado en el distrito
señorial de Ashland, con los Clay, los Crittenden y los Creckinridge como vecinos,
y en un hogar bien provisto de esclavos negros, la juventud de Harlan era repre-
sentativa de la tradición centralista suriana. Cuando niño (recordaba Harlan más
tarde) se metía entre el público que, en jiras campestres y en desles con antorchas,
escuchaba a Henry Clay exponer el evangelio de un banco nacional, un arancel
aduanero nacional y una ley suprema de la nación. Su padre defendía los mismos
postulados centralistas en sus felices campañas para Secretario de Estado y Procu-
rador General de Justicia de Kentucky, y diputado por su distrito nativo. Siendo
estudiante en el Centre College de Danville, Harlan se unió a los jóvenes caballeros
de Kentucky enviados allí para familiarizarse con la ortodoxia presbiteriana, ini-
ciando con ella una devoción de por vida a la observancia del día festivo semanal,
a la temperancia y al estudio de la Biblia en la escuela, donde “la cultura moral y
religiosa de la juventud ha sido siempre considerada por los funcionarios del Co-
166 La parte biográca de este artículo está adaptado de otro anterior, del autor: John
Marshall Harlan and the Constitutional Rights of Negroes: The Transformation of
a Southerner, G6 Yaye L.J. 637 (1957). Por el uso continuo de los documentos de
Harlan en una biografía completa, estoy en deuda con el actual señor magistrado
John M. Harlan, así como con el decano y bibliotecario de la Escuela de Derecho de
la Universidad de Louisville, en que está depositada otra porción de los documentos
de Harlan. Las notas al pie de la página respecto de las fuentes originales para la
discusión biográca, pueden encontrarse en el artículo del Yale Law Journal. Agra-
decemos a dicho Yale Law Journal el permiso para utilizar los materiales que allí se
publicaron primeramente.
Allison DunhAm / PhiliP B. KurlAnD
80
legio como su objetivo más importante”. A los diecisiete años, Harlan abandonó el
Centre para estudiar derecho en la Universidad de Transilvania, el “Harvard del
Oeste”. Bajo la guía de maestros tales como los jueces George Robertson y Thomas
Marshall, miembros del Tribunal de Apelación de Kentucky, Harlan se sumergió
en las obras de Coke, Blackstone y Littleton, estudió a Kent y a Story, y sobre todo,
absorbió la losofía nacionalista de su tocayo, el presidente de la Corte, John Mar-
shall. Con una declaración de lealtad a tal fe, salió Harlan de Transilvania. Cuando
el movimiento de secesión retumbaba ya en los aleros, a principios de la década de
1850-59 (concretamente en 1852), el juez Robertson pronunció un discurso ante la
clase alta de Transilvania, defendiendo la supremacía de la Constitución contra los
“errores perniciosos” de los secesionistas y exponiendo las ideas de Washington,
Hamilton, Marshall y Clay. Encabezando una solicitud de tres para que se publi-
case el discurso, guraba la rma de John Marshall Harlan. La petición condenaba
“las monstruosas doctrinas de desobediencia y secesión, que, no tardando mucho,
a menos que se las resista rmemente con la inteligencia patriótica del pueblo, ame-
nazarán socavar la estructura de nuestro Gobierno...”
Harlan fue admitido a la Barra en 1853, vivamente dispuesto a incorporarse
al mundo jurídico y político de los “Whigs” de Kentucky. En aquel momento su
partido estaba a punto de iniciar un período de quince años de vagabundeo por un
desierto político, pues era demasiado nacionalista para fusionarse con los demócra-
tas y demasiado suriano para unirse a los “free-soilers” (partidarios de no extender
la esclavitud a su territorio) o republicanos. Al advenir las muertes de Clay y Webs-
ter, en 1852, el conicto latente sobre la esclavitud se avivó, con lo que el partido
“Whig” se fraccionaría en dos campos, el del norte y el del sur; en Kentucky, y en
otras partes, los “Whigs” locales trataron de eludir temporalmente la cuestión de la
esclavitud izando la bandera de lo nativo. Esto tomó la forma de partido clandesti-
no de los “americanistas”, o movimiento Know-Nothing. Harlan se unió a él porque
su padre y el líder “Whig” más prominente de Frankfort eran los patrocinadores
de los “americanistas” locales. En un período posterior de su vida indicó que se
había sentido tan incómodo respecto del anticatolicismo y del juramento de votar
únicamente en favor de norteamericanos por nacimiento, a que obligaba aquel mo-
vimiento, que por poco se niega a incorporarse.
Una vez dentro del partido, el arrojado pelirrojo de cerca de dos metros de
estatura se entregó con gusto a las campañas políticas de la década 1850-59. Como
orador popular de la planilla americanista en las elecciones de su Estado en 1855,
electorero del candidato presidencial de ese partido en 1856 (Millard Fillmore) y
candidato triunfador para juez del Condado de Franklin en 1858, John Harlan al-
canzó preeminencia como uno de los jóvenes oradores más hábiles del “Estado del
Pasto Azul”. Viajando a caballo de población en población y viviendo de un par de
alforjas, debatiendo con oradores demócratas que le doblaban la edad, Harlan em-
pezó a atraer enormes auditorios en sus actuaciones. Se le anunciaba como el “joven
gigante del Partido Americano”, y sus discursos se describieron, aprobatoriamente,

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