Capítulo tercero: El problema fundamental de la administración local, libertad, autonomía descentralización
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VITTORIO E. ORLANDO
CAPÍTULO TERCERO
EL PROBLEMA FUNDAMENTAL DE LA
ADMINISTRACIÓN LOCAL: LIBERTAD, AUTONOMÍA
DESCENTRALIZACIÓN
250. Determinados los prin cipios fundamentales de donde se derivan y se
constituyen las divisiones territoriales del Estado, debemos examinar ahora la cues-
tión de su ordenam iento jurídico, cuestió n amplísima y compleja, pe ro que no
obstante creemos que puede examinarse ante todo de sde un punto de vista g enérico
en el que, en gran síntesis, se encierre la búsqueda de los principios que informan
los ordenamientos actualmente vigentes. Y en este examen, como todos ven, funda-
mental para el presente estudio, se avivan y completan mutuamente la razón histó-
rica y la teórica.
251. Y a la existencia de esto que nosotros llamamos el problema fundamental
de la administración local, se refier en, aunque no se tenga conciencia cla ra de ello,
diversas expresion es muy en boga en la ciencia y en la prá ctica, en el derecho y en
la política. Tales son las de: «centralización» y «descentralización administrativa»,
de «libertad» y de «tutela administrativa», de «autonomía municipal» y de «auto-
administració n» y otra s seme jantes. Como ocurre frecuentemente, el gran uso y
abuso que suele hacerse de tales expresiones l as ha confundido entre sí, y la confu-
sión en los términos ha producido esta vez un mal mucho peor, a saber la confusión
de las ideas a que se refieren aquellos términos. De hecho, las distintas cuestiones
con que se conectan tales ideas, no son más que aspectos diferentes del problema
fundamental que hemos planteado. Ante todo trataremos de determinar rigurosa-
mente estos aspectos, confrontándolos con algunos de los diversos términos que
nos parecen más apropiados al concepto que queremos determinar: si bien advir-
tiendo que por lo demás el empleo de una u otra expresión es cosa de relativamen-
te poca importancia; lo esencia l es que se determi ne r igurosamente el diferente
contenido de aquellas expresiones.
252. El problema de la administraci ón l ocal (que p odemos llamar también
municipal en sentido amplio) presenta, decimos, tres aspectos. En primer lugar, es
necesario constituir esta administración, determinar cuáles serán los órganos a los
que se confiará; organización de la administración loca l. Para resolver este primer
aspecto del problema pueden seguirse dos maneras: o confiar la elección de estos
grandes ó rganos al gobiern o central, creando así en cada circunscripción otros tan-
tos funcionarios públicos, emanación directa de la burocracia central; o bien hacer
que estos órganos se constituyan en el seno mismo de la comunidad como emana-
ción directa suya. Para atribuir a estos conceptos distintas expresiones que los resu-
man, llamaremos autónoma a la administración local creada según el segundo mo-
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