Título X. De la intervención de la Prensa en las emisiones de valores mobiliarios - Estudio práctico del delito de estafa en las sociedades por acciones - Libros y Revistas - VLEX 975269270
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Título X. De la intervención de la Prensa en las emisiones de valores mobiliarios

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Vincent
AutorGustave Grandjean
Cargo del AutorSustituto en el Tribunal del Sena
Páginas93-101
93
Estudio práctico dEl dElito dE Estafa En las sociEdadEs por acci onEs
tÍtulo x
de la interVenciÓn de la Pren sa en las eMisiones
de Valores MoBiliarios.
caPÍtulo PriMero
El arte de hacer fructicar o simplemente de administrar la fortuna,
ha llegado a ser hoy una de las artes más difíciles que existen. Para
asegurar la conservación de un patrimonio mobiliario, se ha preconi-
zado la división y la distribución geográca de las colocaciones; pero
aun esta manera de proceder no está exenta de peligros, puesto que
los valores más seguros, los que constituyen según la opinión general
verdaderas inversiones propias de un padre de familia, están sujetas a
oscilaciones súbitas y a depreciaciones importantes, como lo prueban
los acontecimientos diarios. La vigilancia de una cartera, ha llegado a
ser, además, una verdadera labor dada la división innita de los va-
lores que la constituyen. Es preciso, todavía, añadir que un rentista se
encuentra, por regla general, desprovisto de conocimientos técnicos y
de antecedentes susceptibles de guiar su elección. ¿Quién le informará
y le dirigirá para adquirir los datos generales que le son indispensa-
bles? Los administradores de las sociedades, cuando proceden con
seriedad, no facilitan informes; y si no lo son, sus noticias son trampas
tendidas a la credulidad. Las indicaciones condenciales, denomina-
das en el lenguaje de la Bolsa y de los Mercados secretos al «oído»,
no tienen frecuentemente ningún valor, porque emanan de personas
interesadas en darlas demasiado buenas o de gentes sin garantía para
suministrarlas.
Por la fuerza misma de las cosas, el rentista y el capitalista se ven
obligados a reservar su conanza a un periódico nanciero a quien
ellos creen desinteresado e independiente. Sin abrigar ningún pensa-
miento oculto de desconanza respecto de la prensa nanciera de la
cual existen algunos órganos que siempre se han mostrado leales, es
preciso declarar que esta prensa no desempeña exclusivamente un sa-
cerdocio y que el periódico es a menudo una explotación industrial o
comercial, algunas veces hasta fructuosa. Desgraciadamente, muchos

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