Prólogo a la edición española
Autor | Juan del Rosal |
Páginas | 7-8 |
7
Biología Criminal
en sus rasgos fundamentales
PrÓlogo a la ediciÓn esPaÑola
Ya en otra ocasión1 y con motivo de la lectura de este equilibrado y profundo libro,
rico en experiencia y en doctrina criminológica, nos ocupamos desmedidamente de
las enseñanzas que nos ofrece, al través de su moderno e inédito punto de vista bio-
lógico-criminal. Allí intentamos diseñar un menudo apunte sobre la estructura del
sistema expuesto.
Andando el tiempo ha venido a nuestras manos la siempre grave y deslucida labor
de traducir y presentarlo al lector español. Y casi pudiéramos decir que la ingrata,
lenta y nunca gozosa faena de traducir—género literario, en verdad, ha sido llamado
por Ortega y gasset—halla su justa compensación y su sano contento en lo que de
valioso y signicativo revisten las páginas del presente libro, para toda persona más
o menos acionada a nuestra especialidad. Ya que el libro actual posee un radio de
acción y una ecacia político criminal de bien probada anchura, como cualquier atento
lector percibirá a seguida que penetre por entre la espléndida y apretada oresta de
su doctrina.
Lo que más nos interesa en un estudio de esta especial, especialísima índole, en que
los conceptos son conformados por las uyentes ramas de las más varias especialida-
des cientícas, es lo tocante a su sistema expositivo. Creemos, sin la menor presunción
por nuestra parte—¡líbreme Dios de semejante aseveración!—que una Criminología,
ancada en sus conceptos básicos y fundamentales, cuyo repertorio de doctrinas tu-
viera su espina dorsal en tales conceptos, no se nos había brindado, hasta ahora, en
la forma ejemplar, merecedora de toda correcta exposición doctrinal. No iríamos muy
lejos si dijéramos que los libros de Criminología, salvo, claro está, el mejor parecer de
opiniones ajenas, adolecían de claros defectos no ya en punto a su estructura sistemá-
tica, sino en cuanto al engarce de todo bien dispuesto sistema.
Por lo general, o eran textos en los cuales se resaltaba la formación histórica del
pensamiento criminológico, ora su base de apoyo constituía una posición personal
sobre determinados problemas, con lo que el libro era esencialmente polémico, o lo que
todavía es peor, se vislumbraban las cuestiones desde el plano descarnado y enteco de
un naturalismo, dando la espalda a la auténtica realidad del ser humano, o se echaba
en olvido la enseñanza deparada por la experiencia en una materia como esta, consti-
tutivamente formada por los hechos de una realidad incontrovertible, como la ofrecida
por las acciones delictivas.
Bastaría un somero recuento de fuerzas, muy por encima, para conrmar este jui-
cio. En los norteamericanos predomina, sobre todo, la tesis más o menos velada de la
excesiva signicación del mundo circundante sobre la persona o bien la especial predi-
lección sobre ciertos extremos de Psicología experimental, cuya técnica ha sido llevada
1 Véase Juan del rOsal, Acerca del pensamiento penal español, Editorial Aldecoa, Madrid,
1942, capítulo II.
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