Prólogo
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ÍNDICE
PRÓLOGO
Se trata aquí exclusivamente una presentación del pensamiento de Marx
(y de Engels) sobre el derecho —pues el pensamiento marxista es, en primer
lugar, el de Marx—, sin alusiones a los sistemas de derecho positivo en vigor
en los países llamados socialistas de nuestros días y a las teorías jurídicas
elaboradas a partir de esos sistemas.
Del conjunto de la obra de los fundadores de la doctrina se desprende
una teoría del derecho. Hay, sin embargo, obras de uno y de otro que la expo-
nen fragmentariamente o que hacen especialmente alusión a ella. Estas obras
son: la Crítica d e la filosofía del Estado de Hegel, En torno a la crítica de la filosofía
del derecho de Hegel, La ideología alemana (primera parte), el Prólogo a la Contri-
bución a la crítica de la economía política, La guerra civil en Francia, El 18 Brumario
de Luis Bo naparte, la Critica del programa de Ghota, de Marx; El origen de la
familia, la propiedad privada y el Estado, el Anti-Dühring (La subversión de la
ciencia por -el señor Eugen Dühring), Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana, de Engels; el Manifiesto comunista, obra escrita en común, así como
una parte de la correspondencia de ambos.
Si en su juventud Marx ha sido, por un momento, un jurista, o más bien
un autor jurídico —pero mucho más desde un punto de vista filosófico que
desde un punto de vista propiamente jurídico—, no lo es ya en su madurez,
después de la formulación definitiva de su doctrina. La teoría del derecho que
se desprende de su obra de esta época no es , pues , más que una teoría
metajurídica. Explica a su manera el fenómeno jurídico, allí donde quiere reco-
nocer que existe; pero no lo describe ni lo construye. S e puede considerar a
esta teoría como una teoría sociológica, pero a condición de no olvidar que la
sociología marxista, dirigida enteramente hacia el advenimiento del reino del
proletariado, es diferente de la sociología no marxista o de la sociología a
secas. Es filosófica, histórica y económica a la vez , estando hecha de elemen-
tos que, a los ojos de una ciencia de la socieda d que no tiene la ambición de
ser una visión gener al del mundo, son a menudo secunda rios.
Cuando se trata de explicar el derecho, queriendo encontrarle fuentes o
causas, como a todo fenómeno, existencial o normativo, se puede ir lejos, so-
brepasar el estudio d e los hechos y remontarse a la metafísica. Esto es lo que
hacen los filósofos del derecho. Tratando de dotar al derecho de un origen
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