Presentación
| Autor | Diego Luna |
| Cargo del Autor | Universidad de Buenos Aires |
| Páginas | 11-14 |
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La teoría pura deL derecho
preseNtacióN
Corre el año 1941 y Hans Kelsen, nacido en Praga el 11 de octubre de 1881,
cumple 60 años. Se multiplican en el mundo los homenajes y reconocimientos
a su obra jurídica que ya es reconocida como la más importante del siglo
XX. Rudolf Metall, su amigo, discípulo y biógrafo, dirá: “El sabio que ha dado
cursos y conferencias en París y en Londres, en Berlín y en Bruselas, en La Haya y
en Budapest, en Lisboa y en Zurich, no ha visitado aun la América Latina, donde
cuenta con tantos admiradores. Pero quizá algún día pueda realizar su íntimo deseo
de entrar en contacto personal con sus amigos de la Argentina. Y entonces podrá
convencerse no solamente del interés que se consagra a su obra genial, sino también
de la sinceridad con la cual se formulan a su persona los más calurosos votos en
ocasión de su 60º aniversario”1. Kelsen y la escuela de Viena ponen su atención
en el continente americano: hacia el norte por su radicación forzada por el
avance del nacionalsocialismo que lo ha alejado primero de Viena y luego de
Colonia; y hacia el sur, porque en toda la américa española las coordenadas
del pensamiento losóco jurídico constituyen un “ambiente axiológico de la
Teoría Pura del Derecho”, al decir del colombiano Rafael Carrillo Lúquez2.
Se puede ver en toda Latinoamérica, dirá entonces Josef Kunz, caracterizado
miembro de la escuela de Viena: “una ‘nueva sed de justicia’, un intento de retener
los logros teóricos de Kelsen y hasta superarlo en losofía del derecho. Esta tendencia
se hace sentir de por sí en casi todas las repúblicas de la América española, pero
los dos países indudablemente directores son México y la Argentina. El deseo de ir
más allá de Kelsen, de no quedarse satisfecho con el mero estudio de las formas del
derecho, se vale, para obtener su propósito, de la losofía alemana de la cultura, de
la fenomenología de Husserl, de la losofía de los valores como ha sido desarrollada
por Nicolai Hartmann y Max Scheler, y, nalmente, de la losofía de la vida como
la han planteado Martín Heidegger y el lósofo español directivo, José Ortega y
Gasset. El resultado de este deseo es principalmente la distinción entre teoría del
derecho, donde se sigue a Kelsen, y la losofía del derecho de los metafísicos, dentro,
enteramente, del reino de la axiología jurídica pura. Ante este histórico telón de
fondo y sobre este fundamento contemporáneo, es como debemos entender el trabajo
de Carlos Cossio, quien, valiéndose de los mismos materiales, llega a un resultado
completamente diferente del de los demás lósofos del derecho latino-americanos
1 Metall, Rudolf, “El 60 aniversario de Hans Kelsen”, en La Ley, Tomo 24, 1941, p. 177.
2 Carrillo Lúquez, Rafael, “Ambiente axiológico de la Teoría Pura del Derecho”, en Univer-
sidad Nacional de Colombia. Revista trimestral de cultura moderna, Nº 1, 1944, pp. 81-103 y Nº
2, 1945, pp. 39-62.
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