Lección decimacuarta
| Autor | Maksim Kovalevskii |
| Páginas | 125-129 |
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ORÍGENES Y EVOLUCIÓN DE LA FAM ILIA Y DE LA PROPIEDAD
LECCIÓN DECIMACUARTA
Antes de analizar las causas que han engendrado la disolución de la comuni-
dad agrícola, es preciso examinar las ventajas e inconvenientes de este régimen.
Sin duda alguna, su principal ventaja estr iba e n lig ar la tie rra y al que la
cultiva con lazos casi indestructibles, pues desde la introducción de la partición
periódica debió interrumpirse de una man era necesaria el derecho de alienación, ya
que el terreno comuna l no per tenecía en propiedad a nadie, sin o a todos , y la
generalidad era la única que tenía el d erecho de comprar y vender. Otro punto de
no menor importancia, es el sentimiento de solidaridad que debe desarrollar en los
miembros de la comunidad el trabaj o diario , que realizan juntos en las distintas
estaciones del año y en los términos fijados de antemano y escrupulosamente man-
tenidos. E n efecto, la gran división de los lotes y el prodigioso número de hereda-
des, el dere cho de libre pastor eo y la división trien al, exigen que los tra bajos
agrícolas se realicen al mismo tiempo por todas las familias. De aquí lo que los
alemanes llaman Flurzwang, orden obligatoria de cultivos, orden todavía reconoci-
do en las costumbres de las poblaciones rusas, aunque la lengua rusa no posea una
palabra técnica para designarlo. La mutua solidaridad establecida por el régimen
de la copropiedad, se manifiesta especia lmente en e l hecho de que más de una
comunidad ha juzgado necesario reservar una determinada extensión de terreno
para el cultivo común, lo que entre nosotros se llama mirskia zapaschki (campos
trabajados por el mir). Como el trabajo agrícola se realiza en común, el producto de
la recolección se reparte anualmente entre las familias.
Junto a los campos trabajados, mencionaremos además el auxilio que los cam-
pesinos se prestan mutuamente en el tiempo de la recolección. Este auxilio es cono-
cido en Rusia con el nombre de obschestevenni a pomoch i, y consiste en el trabajo
gratuito que prestan los vecinos a fin de permitir al retrasado que entre la cosecha.
El sentimiento de solidaridad se a firma también en el caso de incendio, inundación,
etc. El cuidado de levantar la isba o la choza quemada o arrastrada por una avenida,
es un auxilio que todos l os habi tantes de una comunidad prestan al compañero
desgraciado.
De todo esto r esulta que las ventajas de la comunidad agrí cola son de orden
social y moral. Esta s ventajas quedan compensadas por vicios de carácter econó-
mico. El profesor Ivanukov, econo mista distinguido, cuyas lecciones tienen mu-
cha autoridad en nuestras escuelas superiores, expresa las ideas corrien tes cuando
afirma que en la forma com o se practic a el comunis mo agrario en Rusia, se
opone al empleo de capitales y generalmente al progreso hacia un cultivo más
intenso, pues las partes reconocidas a tal o cua l familia, salen necesariamente de
sus manos en el momento de hacerse una nueva partición, y por consiguiente el
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