La criminalidad en nuestro mundo en transformación - La sociedad criminógena - Libros y Revistas - VLEX 976426960

La criminalidad en nuestro mundo en transformación

AutorJean Pinatel
Cargo del AutorProfesor de la Universidad de Paris (Francia)
Páginas23-48
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LA SOCIEDAD CRIMINÓGENA
CAPÍTULO 2
LA CRIMINALIDAD EN NUESTRO MUNDO EN
TRANSFORMACIÓN
LAtransformación de la criminalidad afecta a todo nuestro mundo en
mutación. Este fenómeno se observa en los países en vías de desarrollo, en los
países desa rrollados con economía socialista o liberal y en los países no in-
cluidos en ninguna de las categorías precedentes.
No es este el lugar oportuno para proceder a un estudio completo de la
geografía criminal. Bastará con algunos ejemplos ilustrativos de la tendencia
general que se destaca1, esto es, que si hasta tiempos re cientes la criminali-
dad dependía de las variables geográficas, económicas, culturales y políticas
nacionales o regionales, se ve que hoy está gobernada por un factor común:
el factor científico y técnico. Este factor tiende a unificar la evolución general
de la criminalidad y a reducir la influencia de las variables nacionales o
regionales.
I. La criminalidad en los países en vías de desarrollo: países del África
negra
Los países del África negra ofrecen un cuadro interesante, en el que se
mezclan todas las formas de criminalidad2. Existe una criminalidad ligad a a
la cultura tradicional: se expresa en la explotación de la magia, que se encuen-
tra así desviada de su finalidad , consistente en proteger al hombre contra el
medio natural y social hostil, lleno de peligros. En los países africanos se vive
en plena magia. Sueño y realidad se confunden. En ta l sentido se cita el caso
de un ciudadano de Costa de Marfil que mató a su esposa porque la vio,
durante la noche, en sueños, transformada en boa. Igualmente está extendida
la creencia de que los niños tienen el don ¡de transformarse en pájaros duran-
1Dado que las crónicas criminales, sensacionali stas, suelen estar plagadas de in exactitu-
des, me referiré a te stimonios criminol ógicos cuya objetividad y reputació n cie ntífica
estén fuera de dud a. C ito mis princip ales fuentes a fin de que mis lecto res puedan
controlar o profundizar los hecho s enunciad os.
2Hay interesante s docume ntaciones sobre la c riminalidad en países francófonos africa -
nos en los «Trabajos del XVI C urso Internacional de Criminología», Ab idjan, París, 1968,
802 pági nas.
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JEAN PINATEL
te la noche! A la magia va unido el envenenamiento, que plantea un problema
tanto má s temible cuanto que la farmacopea africana es tan misteriosa que
resulta imposible, la mayoría de las veces, la administración de la prueba. A la
magia también van unidos los delitos sexuales. Ciertamente no son más que el
resultado de la privación de la mujer, de la imposibilidad de realizar rela cio-
nes normales sexuales. Pero la magia se manifiesta, en materia de delitos sexua-
les, por los procedimientos puestos en práctica para conquistar a la compañe-
ra codiciada. Los brujos procuran al joven productos maléficos destinados a
desviar la voluntad d e la joven. Son administrados por medio de los alimen-
tos. Pero a veces los brujos hacen creer ¡que se administran simplemente por
los aires! De los delitos sexuales se pasa al adulterio, que constituye evidente-
mente un problema familiar muy importante, no solamente para los musulma-
nes, sino para todos los grupos religiosos.
Una de las virtudes esenciales de la cultura africana es la solidaridad
familiar, pero tal virtud se torna al mismo tiempo en un factor de criminali-
dad, al incitar a la malversación de los caudales públicos, a la corrupción
administrativa. Las desviaciones en los países africanos están motivadas, no
solamente por el deseo de procurar recursos a los brujos, sino también y sobre
todo por la finalidad de asegurar la subsistencia de un pariente necesitado,
que naturalmente acude al funcionario bien situado en busca de ayuda par a
subsistir.
Existe también una criminalidad utilitaria. Pertenece a toda s las épocas.
Es explicable. Es individual. El robo de ganado es el delito más censurado y
censurable, pues es causa de hambre para las familias que les es sustraído.
Surge además una criminalidad engendrada por el conflicto de cultu-
ras. Por ejemplo, al castigar el Derecho penal la poligamia o el uso de la
dote, con el fin de acelerar la evolución cultural del país, surge un nuevo
factor de criminalidad. En Costa de Ma rfil, la ley de 7 de octubre de 1964
suprimió la dote, y la de 8 de diciembre de este año prohibió la poligamia .
Los que persisten en esas prácticas tradicionales son penados con prisión
de seis meses a tres años y una multa de 50 .000 a 2.000.000 de francos C. A.
F. Es un ejemplo tipo de la criminalidad convencional, al no ser vividas
como criminales estas prácticas por los que permanecen fieles a las viejas
costumbres.
Pero existe también una criminalidad ligada al progreso técnico. No me
detendré en la criminalidad relacionada con la circulación de automóviles. Lo
verdaderamente grave es que el África negra está siendo invadida, gracias a la
facilidad internacional de comunicación, por una criminalidad organizada.
Los hold-up, la criminalidad de los gangs, prenden en tierra africana, y las
imágenes transmitidas por el cine, los hechos publicados por la prensa hacen
que la ejemplaridad del crimen extranjero lo contagie.
Nada más ilustrativo de estas consideraciones generales que el excelente
estudio que M. A. Boni, presidente del Tribunal Supremo de Costa de Mar fil,

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