Capítulo 4: Las bibliotecas como vehículo conector de autores y público
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Limitaciones aL derecho de auto r en favor de bibLiotecas
en eL entorno digitaL
caPÍtulo 4:
las BiBliotecas como vehÍculo conecto r de autores y PúBlico
sumario:
1. Generalidades sobre las instituciones bibliotecarias. 2. Las bibliotecas en
la era digital. 3. Afectaciones al derecho de autor por actos de explotación
efectuados en bibliotecas. 4. Cuestiones polémicas relativas a la digitaliza-
ción en las bibliotecas.
1. generalidades soBre las instit uciones BiBliotecarias
Las bibliotecas son consideradas instituciones que satisfacen necesidades del hom-
bre como ser social y contribuyen a aportar valores o signicados culturales. El servi-
cio que prestan en la sociedad permite que intervengan en el proceso de transforma-
ción de la comunidad, sobre la base de la participación social. Existen varios criterios
y clasicaciones de bibliotecas. Dentro de esta tipología se distingue entre bibliotecas
públicas y privadas. Las bibliotecas públicas son instituciones que prestan sus servi-
cios para satisfacer intereses generales de una comunidad de usuarios y son nan-
ciadas totalmente con fondos públicos, mientras que el término bibliotecas privadas
se reserva para las que están sometidas a propiedad privada, sin subordinación a los
poderes públicos, pensada para satisfacer el interés de un individuo o un pequeño
grupo de personas.
Se comparte el criterio de rEvEsz cuando plantea que las bibliotecas desempeñan
un papel social y cultural como espacios de descubrimiento, de oportunidades para
ampliar los horizontes, enriquecer experiencias y adquirir conocimientos; son lugares
de acceso abierto a todos sin discriminación y donde valores como la libertad, el res-
peto, la dignidad y la justicia cobran especial signicado1.
El término biblioteca, en general, hace alusión al espacio analógico o digital desti-
nado a almacenar información, donde se desarrollan procesos de selección de infor-
mación y realización de la actividad bibliotecaria. En apretada síntesis se puede decir
que entre las funciones de las bibliotecas se encuentran: proporcionar documentos,
brindar servicios de información que ellas mismas recogen, canalizan y generan, de-
1 Vid. rEvEsz, Bruno, “Políticas de información, bibliotecas públicas y desarrollo local y
regional”, Revista Interamericana de Bibliotecología, vol. 24, núm.2, jul. –dic. 2001, p. 49. Dis-
ponible en: http://dialnet.unirioja.es/ejemplar/333180, consultado el 25 de abril de 2018.
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AnA MAríA PeredA MirAbAl
sarrollar una función educativa por constituir un medio de aprendizaje y acceso a la
información plural; y de igual forma funcionar como centros de ocio recreativo2.
Su función en la custodia, diseminación y preservación del patrimonio cultural
de las naciones ha sido una constante en los diferentes períodos de la humanidad.
Las bibliotecas, a decir del profesor urra gonzálE z, más que lugares de almacena-
miento, han sido siempre centros de cultura, espacios de encuentro y preservación
de la memoria3.
En Cuba, la primera noticia que se tiene de una biblioteca se encontró en el tes-
tamento del presbítero Nicolás EstEbEs borgEs, vicario general del obispado de La
Habana, fallecido a inicios del año 1665, en una de cuyas cláusulas decía: “declaro que
tengo una librería de mil cuerpos de libros poco más o menos, quiero y es mi voluntad que esta
se coloque en la Iglesia Parroquial de esta ciudad en la parte y lugar donde más bien les pare-
ciese a sus Señorías Ilustrísimas y dicho Señor Maestro de Campo Gobernador, entregándola
con cuenta y razón a algún eclesiástico que cuide de ella para que se valgan los requeridos y
amados predicadores y teólogos y si hubiese Iglesia Catedral en esta ciudad se mude para ella
para dicho efecto”4.
En los siglos XVI y XVII, aparecen las primeras bibliotecas, de carácter particular
y más bien se denominaban librerías, incluso por sus dueños. A ellas tenía acceso un
número limitado de personas y carecían de uso social. Los materiales que contenían
eran obras sobre temas religiosos, libros foráneos, provenientes de la metrópoli es-
pañola y en otros supuestos, textos escritos en latín. En sentido general la actividad
bibliotecaria era casi nula, aun cuando existía un interés por los colonizadores en la
conservación de documentos antiguos.
Durante las guerras de independencia un grupo de patriotas e intelectuales forma-
ron la Junta Organizadora de la Biblioteca y Museos Nacionales de la Isla de Cuba.
Existía también la Biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País, que sirvió
de núcleo a las bibliotecas nacionales en la mayor parte de Iberoamérica. No es hasta
el año 1901 que por Orden militar de 18 de octubre se funda la Biblioteca Nacional de
Cuba con carácter independiente5.
En abril de 1936, la Junta Directiva de la Sociedad de Amigos de la Biblioteca
Nacional, encabezada por Emilio roig DE lEuChsEnring, creada el 13 de diciembre
de 1935 ante el abandono ocial en que se encontraba la Biblioteca Nacional de
2 Vid. gómEz hErnánDEz, José Antonio, Gestión de bibliotecas: Texto-Guía de las asignaturas de
“Biblioteconomía General” y “Biblioteconomía Especializada”, Universidad de Murcia 2002,
p. 44-45. Disponible en: http://eprints.rclis.org/10372/1/Gestion_de_Bibliotecas_Go-
mez-Hernandez_2002.pdf, consultado el 12 de diciembre de 2018.
3 Passím. urra gonzálEz, Pedro, “Las Bibliotecas Digitales como objetos colectivos de
construcción para una Sociedad de la Dignidad”, conferencia magistral dictada en el
VII Encuentro Internacional de Investigadores y Estudiosos de la Comunicación y la Informa-
ción (ICOM 2013), el 28 de noviembre de 2013. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/
noticias/2013/11/29/biblioteca-digital-nacional-cubana-hacia-la-sociedad-de-la-digni-
dad-audio/#.XI_V1DqCFQI, consultado el 16 de julio de 2018.
4 Vid. Enciclopedia Colaborativa Cubana (ECURED). La formación bibliotecaria en Cuba,
versión online. Disponible en: https://www.ecured.cu/Formaci%C3%B3n_bibliotecar-
ia_en_Cuba, consultado el 26 de mayo de 2018.
5 Vid. Enciclopedia Colaborativa Cubana (ECURED). La formación bibliotecaria, cit., pp.
59- 72.
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