El pensamiento iusfilosófico de José Martí. Los conceptos Patria y Humanidad
| Autor | José Miguel Soler Texidor |
| Cargo del Autor | Profesor de Derecho Internacional Público |
| Páginas | 393-426 |
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El pensamiento iuslosóco de José Martí.
Los conceptos patria y humanidad
josé miGuel soler texidor
Profesor de Derecho Internacional Público
Universidad de Oriente
SUMARIO: 1. La universalidad de las ideas iuslosócas de José Martí.
2. Recepción de las ideas iuslosócas martianas. Concepción sistémi-
ca. 3. Las fuentes del pensamiento iuslosóco martiano. 4. La Escuela
española del Derecho natural. 5. El pensamiento iuslosóco de Krau-
se en el pensamiento martiano. 6. El trascendentalismo de Emerson. 7.
Las proféticas visiones de Cecilio Acosta. 8. El verdadero e inexpugna-
ble concepto de Patria. 9. Los buenos y malos patriotas. 10. El concepto
martiano de humanidad. 11. Concepción martiana de la justicia. 12. La
dignidad plena del hombre. 13. El decoro como forma de expresión de la
dignidad humana. 14. Conclusiones.
1. LA UNIVERSALIDAD DE LAS IDEAS IUSFILOSÓFICAS DE JOSÉ MARTÍ
Desde los Estados Unidos, donde reside entre 1880 y 1895, Martí, que ve con
“ojos judiciales” en el entramado jurídico del continente,1 escribe para los principa-
les periódicos hispanoamericanos, reexiones, comentarios, juicios y ensayos so-
bre los sucesos trascendentales de la historiografía jurídica del continente. En las
1 En la segunda de las c rónicas que escribe sobre la Confe rencia Paname ricana de
Washington 1888-1889, dice Martí: “De la tiran ía de España supo salvarse la Am é-
rica española; y ahora, de spués de ver con ojos judiciales los antecedentes, caus as
y factores del convite, urge deci r, porque es la verdad, que ha llegado para la Amé-
rica española la hora de dec larar su segu nda independencia”. Vid. “Congreso In-
ternaciona l de Washington. Su h istoria, sus elementos y sus tendencia s”, en Martí
Pérez, J., Obras Completas, tomo 6, La Habana, Editorial Ciencias So ciales, 1975, p.
46. Otras referen cias a esta edición se señ alarán con las siglas OC, s eguido de tomo
y paginación.
José Miguel soler Texidor
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loas que un latinoamericano ilustre hace de una de sus “escenas norteamericanas”
se dice que la inauguración de la Estatua de la Libertad tuvo “por historiógrafo a
Martí, en cuya crónica se oye la algaraza de los titanes, y ve rebullirse el mundo
futuro”.2 No es este el único ejemplo en el que la “elocuencia sudamericana, áspera,
capitosa, relampagueadora” del Apóstol se cierne en las alturas sobre nuestras ca-
bezas.3 Los lectores de entonces y de ahora se lo agradecemos.4
Con los ojos puestos en las “realidades circundantes”, que constituyen el
objeto de la losofía, Martí es el periodista de su tiempo, y de todos los tiem-
pos, que hace la historiografía del pensamiento iuslosóco latinoamericano en el
doble sentido del término: viviéndola, explicándola, transformándola.5 Porque la
vida debe ser diaria, movible y útil, decía, el primer deber de un hombre de estos
días, es ser un hombre de su tiempo.6 En su peregrinar por distintas naciones de
Latinoamérica, antes de asentarse denitivamente en los Estados Unidos y por su
vocación de maestro, se da a la búsqueda del conocimiento y a la difusión de la
2 Sarmiento, D. F., “La libertad ilumi nando al mundo”, Valoración múltiple, vol. 2, La
Habana, Fondo Editorial Ca sa de las Américas, 2007, p. 23.
3 Ibíd.
4 Se conocen dos versiones de la crónica ad mirada por Sar miento, la primera con
el nombre de “Descripción de la s Fiestas de la Estatua de la Libertad”, escrita por
Martí el 29 de oct ubre de 1886 y publicada en El Partido Liberal, México, el 18 de
noviembre de 1886, y la otra con el nombre de “Fiestas de l a Estatua de la Libertad”,
escrita el mi smo día y publicada en La Nación de Buenos Aires, el 1ro de enero de
18 87. Vid. Ma rtí Pérez, J., Obras Completas, edición crítica, tomo 24, La Haba na, Centro
de Estudios Mart ianos, 2010, pp. 292-308 y 309-326, respect ivamente. Otras referen-
cias a esta edic ión se señalarán con las sigla s OCec, seguido de tomo y paginación.
También en OC, tomo 11, pp. 99-115. Otros ejemplos de escr itos martia nos sobre
sucesos trasce ndentales de la historia jur ídica latinoamerica na serían, entre ta ntos,
sus crónicas sob re la Conferencia Interameric ana de 1888-1889, escritas entre el 28
de septiembre y el 28 de ju nio de 1890 y publicadas en los periódicos La Nación, de
Buenos Aires, y El Partido Liberal de México. Vid. OC, tomo 6, pp. 33-116.
5 Martí escritor es pr incipalment e un Martí cr onista de hechos sociales, que ha-
ciendo historia, la n arra, y la transforma; pues, como d ice Noel Salomón, el idea-
lismo mart iano es de vocación práctica y transfor madora. En ese sentido, “como
entre las cosas q ue los hombres han hec ho en el pasado está tam bién la historia
en sentido subjetivo, la na rración de esas na rraciones del pasado rec ibe el nom-
bre de historiogra fía”. Martí es pues hi storiógrafo. Vid. Salomón, N., “En torno al
idealismo de José Mart í”, Valoración múltiple, vol. 1, p. 376; Iglesia Ferreiros, A., La
creación del de recho, vol. 1, Madrid, Marcial Pons, Edic iones Jurídicas y Soc iales,
1996, p. 13.
6 Carta a M anuel Mercado, abril 1ro de 1877, OCec, tomo 5, p. 83. También en Episto-
lario José Martí, tomo 1, La Haba na, Centro de Estudios Mart ianos, 1993, p. 75. Suce-
sivas referencia s a esta edición se señalarán con l as siglas EJM, seguido de tomo y
paginación.
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cultura a través del periódico, lo que lo convierte, para beneplácito de todos, en
uno de los más informados y profundos cronistas de su época. La prensa, el aula,
la tribuna, serán los medios preferidos. Y en ese batallar cotidiano por la existen-
cia antepone los intereses colectivos al interés personal. “Ni busco empleo, sino
trabajo más digno y propio. –El empleo, que administra a los comunes, arma,
por los de la comunidad debe servirse. –¡Fuera tanta mi fortuna que no tuviera yo
nunca que valerme de ellos! –La enseñanza primero, y la abogacía después”.7 En
esa misma carta a su amigo Manuel Mercado, recién llegado a Guatemala, le dice:
“solicité ser examinado en los Códigos Patrios, recientemente publicados, no vi-
gentes aún, y hasta hoy no profesados ni hablados en las aulas”.8 Sin embargo, no
es como abogado, sino como profesor de Historia de la Filosofía que Martí trabaja
en Guatemala. Allí se inició “en el empleo más venerable y grato, en el que se sirve
mejor a los hombres y se padece menos de ellos”.9 Momento inicial de su empresa
de losofar el derecho, no en el sentido normativista, sino en un sentido justica-
tivo, teórico, conceptual y lleno de valores,10 son sus comentarios al Código Civil
de Guatemala de 1877.11
Martí nació en Cuba, pero se consideró latinoamericano. En tres ocasiones
distintas, a lo largo de su vida, viajó a España, el país de sus padres, que también
fue el suyo.12 Amó a Cuba, a México, a Venezuela y sintió admiración y respeto por
la nación norteamericana, donde pasó la parte más activa de su vida de creador re-
volucionario y desde donde escribió sus mejores páginas. A México,13 Guatemala14
7 Car ta a Manuel Mercado, abril 19 de 1877, OCec, tomo 5, p. 86. También en EJM, p. 77.
8 Ibíd.
9 Así habla e l Apóstol cubano de Rosa Elizabet h Cleveland, la hermana del pre siden-
te, a quien “no le parece decoroso vivir de otro, ni de su herm ano, cuando puede
vivir de sí, ense ñando historia patria en la Ca sa Blanca”. El Partido Liberal, Méxi co,
1887, OC, tomo 11, p. 207.
10 Vid. Vega, J., La losofía del Derecho como losofía práctica, en ht tps://doi.org/10.4000/
revus .3990
11 Vid. “Los Códigos Nuevos”, El Progreso, Guatemala, 22 de abril de 1877, OCec, tomo
5, pp. 89-93; OC, tomo 7, pp. 98-102.
12 Todavía hoy no conocemos la fecha ex acta de su primer v iaje a España, presu mi-
blemente entre mayo y septie mbre de 1857, donde vivió con su familia hasta ju nio
de 1859. El 1ro de febrero de 1871 y otra vez, el 11 de octubre de 1879 arribaría a
España, en amba s ocasiones deportado por sus activ idades conspirativas en contra
del gobierno colon ial.
13 El 8 de febrero de 1875, procedente de Liverpool, en un v iaje en el que ha hecho
escalas en Nueva York, La Habana, Prog reso y Campeche, llega Martí a Veracru z,
de donde viaja a la capital de México.
14 El 2 de abril de 1877, procedente de La Habana, con escala s en Progreso y Mérida,
y las Islas de Jolbos, y Mujeres, Livi nngstone, Izabal, Gualán, San Pablo y Zacapa,
llega Martí a Guatem ala.
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