Filosofía, derecho y razón en el pensamiento de Félix Varela
Autor | Alejandro González Monzón |
Cargo del Autor | Profesor de Filosofía del Derecho |
Páginas | 313-342 |
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Filosofía, derecho y razón en
el pensamiento de Félix Varela
alejandro González monzón
Profesor de Filosofía del Derecho
Universidad de La Habana
“… pudiera decirse que Varela vino al mundo con la misión de
innovar […]. Sus ideas iluminaron el horizonte de nuestra his-
toria; a él, personalmente, le abatieron los triunfos que por su
talento podía esperar […]”.
MedArdo vitier, Las ideas y la losofía en Cuba, 1970
SUMARIO: 1. Preliminar. 2. El electivismo de Varela. Racionalismo y
sensualismo en conjunción para una losofía emancipada. 3. Derecho
y razón en la conjugación del pensamiento iuslosóco vareliano. 4. A
modo de epílogo.
1. PRELIMINAR
Tal vez no exista una referencia más precisa al impacto de la labor intelectual
de Félix Varela y Morales en la conformación del pensamiento losóco nacional,
que la realizada por José de la Luz y Caballero en su artículo Recticación, publicado
en la Gaceta de Puerto Príncipe el 2 de mayo de 1840, al expresar que fue el que “[…]
nos enseñó primero en pensar […]”.1 Esta máxima hace una clara referencia a la
negación que supuso el pensamiento vareliano con respecto al método escolástico,
imperante aún en los tiempos en que el presbítero desarrolló sus ideas losócas.
La precedencia del pensamiento a la que se reere Luz y Caballero no es otra cosa
que la exaltación de la razón sobre el dogma que deviene directriz de toda la espe-
1 De la Luz y Caballe ro, J., “Recticación”, en La polémica losóca, vol. III, Editor ial
Universidad de La Habana, La Haba na, 1946, p. 387.
AlejAndro González Monzón
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culación losóca de su maestro. Esta prevalencia de la razón defendida por Varela
tiene un importante antecedente en la losofía electiva concebida por José Agustín
Caballero. En un artículo dedicado a la defensa del eclecticismo de Cousin, pu-
blicado en el Diario de La Habana el 14 de octubre de 1839, José Zacarías González
del Valle se rerió al padre Varela como “[…] el venerable y querido apóstol de la
razón de nuestra tierra, el que nos emancipó de la escolástica reinante en su tiempo,
(que) dio a la luz su primer tratado de losofía, escrito en latín, bajo el epíteto de
ecléctica; y en un capítulo cuyo lema dice la mejor de las losofías es la ecléctica, expone
algunas razones […], inculcando que el eclecticismo no junta cosas repugnantes
y contradictorias: diversorum, etc., contrarias sequitur opiniones, nego; diversorum, sed
conformes, concedo […]”.2
La referida condición apostólica se apoya en el hecho de que el pensamiento
losóco de Varela fue en sí mismo un ejercicio de reforma.3 A partir de Varela, la
enseñanza losóca en los ambientes académicos de la Cuba colonial experimentó
un giro copernicano. La losofía que negó se sostenía en la repetición acrítica de las
máximas de los antiguos, en la elevación del silogismo a la condición de esquema
básico del razonamiento y en la imbricación de la teología con la losofía en un
intento de reforzamiento de la fe, especícamente a través de la razón aristotélica.
Como bien armó Diego González, en la losofía que combatió Varela predominó
“[…] la repetición, el silogismo y los ergos, vestidos con apariencias peripatéticas
que hubieran sido despreciados por el propio Aristóteles […]”.4 En corresponden-
cia con esto, y en sintonía con lo expuesto por la profesora Buch Sánchez, la trascen-
dencia de Varela como reformador de la tradición losóca heredada de sus maes-
tros se puede esquematizar en cuatro aspectos fundamentales, a saber: 1) supresión
del método escolástico, deductivo, silogístico, y sobre todo, sumiso a la autoridad;
2) empleo del español en la cátedra y en los textos; 3) introducción de la losofía
europea moderna, de Descartes a Condillac; y 4) implementación de la enseñanza
cientíca, con los cursos de física y química, todo ello, a partir de la impugnación
de la falta de doctrina y el método verbalista escolástico, y aplicando en la ense-
2 González del Valle, J. Z., “Defensa del eclec ticismo de Cousin”, Diario de La Habana,
octubre 14 de 1839, en A. Conde Rodríguez, (ensayo introductorio, compilación y
not as), La pol émica los óca cub ana, 1938 -1839, vol. I, Biblioteca de Clásicos Cubanos,
La Habana, Imagen Cont emporánea, 2000, pp. 411-412.
3 Cfr. Hernández Travieso, A., Varela y la reforma losóca en Cuba, La Habana, Jesús
Montero Editor, 1944, in integrum; Menocal y Cueto, R., Origen y desarrollo del pen sa-
miento cubano, tomo I, La Habana, Le x, 1945, p. 52 y ss.; y Torres-Cuevas, E., El legado
común de Félix Varela y José Martí, Cuadernos del Aula, Aproxim ación al proceso de
Cuba, 1902-2002, Aula Fray Bartolomé de las Casas, La Habana, 20 02, pp. 3-17.
4 González, D., “Varela Pedagogo”, en Colectivo de Autores, Vida y pensamiento de Fé-
lix Varela II, Cuadernos de Historia Habanera, d irigidos por Emilio Roig de Leuch s-
enring, H istoriador de la Ciudad de La Habana, no. 26, Administ ración del Alcalde
Dr. Raúl G. Menocal, Municipio de La Haba na, 1944, p. 36.
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