Libro III: Anatomía de un derecho. Sus elementos esenciales - El derecho puro - Libros y Revistas - VLEX 1016874236

Libro III: Anatomía de un derecho. Sus elementos esenciales

Páginas55-72
55
EL DERECHOPURO
LIBRO III
ANATOMÍA DE UN DERECHO.— SUS ELEMENTOS
ESENCIALES.
SUMARIO.— § 33.Esbozo de la cuestión— § 34.Los cuatro elementos esenciales
de todo derecho: el canon jurídico.— § 35. Definición ontológica de un dere-
cho.— § 36. PRIMERelemento esencial de un derecho: el sujeto.— § 37.Los seres
humanos individuales. El Yo jurídico.— § 38. Extensión y restricciones a la
cualidad de sujeto del ser humano. — § 39.Los seres colectivos, las personas
llamadas «civiles».— § 40. Otros sujetos de derecho», los animales.— § 41.
SEGUNDO elemento esencial de un derecho: el objeto.— § 42. 1.° Objeto posible
del derecho: la envoltura del Yo.— § 43. 2.° Objeto posible de derechos: los
demás sujetos, especialmente los hombres.— § 44. 3.° Objeto posible de los
derechos: las cosas materiales, las res.— § 45. 4.° Objeto posible de los dere-
chos: las cosas intelectuales.— § 46.Las universalidades (Universitates rerum)
como objetos de derecho.— § 47. TERCER elemento esencial de un derecho: la
relación entre el sujeto y el objeto.— § 48. CUARTO elemento esencial de un
derecho: la protección coactiva.— § 49. Representación esquemática de un
derecho.— § 50.Invisibilidad de los derechos.
§ 33. ESBOZO DE LA CUESTIÓN
Que un jurisconsulto separa un derecho en el tan considerable conjunto de
la Juricidad. Que lo toma a la ventura, del montón, como un mercader haría con
una muestra de grano en el apretado cargamento de un trasatlántico. Y que se
entrega a la anatomía, a la disección de este ser así arrancado a su medio orgáni-
co. Que pa ra desgajar los elementos que se reproducen invariablemente, renueva
esta operación analítica con otros derechos extraídos por igual modo de la masa
sin perjuicio alguno. Que otros jurisconsultos procedan lo mismo. Que lo haya
hecho en el pasado, que lo haga en el porvenir. Que se supone tales investigacio-
nes hechas con ex actitud. ¿Cuál será el resultado de e sta información? ¿Cuáles
serán los elementos inevitables, es tereotipados, incorruptibles, «permanentes», que
quedarán a guisa del substratum de esta destilación y que, desde luego, forma rán
lo esencial de todo derecho?
Semejante lab or c onstituye la ontología de un derec ho. Es e minentemente
analítica; se presenta como una introspección jurídica, visceral, aportador a de deta-
lles microló gicos, que toma como materia los derechos en estado in erte o de repo-
so, no funcionando, en situación estática, cual los encontraremos después en situa-
ción dinámica.
56
EDMOND PICARD
¿Se creería que todo eso es todavía obscuro en la actualidad, no obstante la
práctica inmemoria l, y que por rareza l os juristas lo han hecho ob jeto de un
trabajo riguroso? En el D erecho, como en otros órdenes y más que en o tros
órdenes, es sumamente fácil contentarse con el empirismo y con sus instintivos
logros, y no se ha progresado en su esfera mucho más que se había progresado
en la medicina hace un siglo. Par a solo citar un ejemplo, no es extraordinario que
un jurisconsulto como el inglés Holland, tan reputado, al publicar pocos años ha,
en 1890, un libro de carácter general intitulado The Elements of Jurisprudenc e, en
que s e insertaba un capítulo VIII con la rúbrica: Analysis of a Right, no comprende
en él casi nada.
§ 34. Los CUATRO E LEMENTOS ESENCIALES DE TODO DERECHO: EL CANON JURÍDICO
Consideremos un derecho particular de propiedad: por ejemplo, el que tengo
sobre el reloj que ahí, ante mis ojos, me m uestra cómo transcurre y se a gota e l
tiempo que puedo cuotidiana mente consagra r a esos escritos reservados para las
horas de encanto y esparcimiento.
Discierno ante todo la cosa: este reloj, sobre el cual ostento mi derecho, que le
sirve de incidencia objetiva; de suerte que es natural lo denomine abstractamente
objeto.
Por otra parte, al revés podría decirse: en el polo opuesto distingo mi propia
personalid ad, q ue tiene el g oce d e es te rel oj, mi Yo subj etivo; de suerte que es
natural le denomine sujeto.
Además, hay un lazo entre ese sujeto y ese objeto, nexo que parte del primero
para ir al segundo, de existencia inconcusa, a unque nada tenga de material, visible,
tangible, ponderable: ¿cómo, si falta, podré pretender que este reloj sea mío? Tal
lazo constituye el ligamento entre el sujeto y el objeto, determina la posibilidad del
goce jurídico y el g rado d e su intensidad. Refiere uno a otro en las condiciones
marcadas por el término propiedad, de suerte que es natural que se le denomine
relación. Pero hemos visto en el libro primero que no hay derecho sin protección
coactiva. Y, en efecto, si alguno piensa estorbar el ej ercicio de la relación de disfrute
que existe entre mi persona, como titular y beneficiario del derecho, y el reloj , en
que recae dicha rela ción de propiedad, estaré facultado para requerir la coerción
social que ponga término a este abuso.
He aquí, pues, cuatro elementos: suj eto, objeto, relación, coerción, surgiendo
en forma abstracta sobr e la cua l se est ablecen todas las concreciones espe ciales
relativas, ora a la individualidad g ozante, ora a la naturaleza de la cosa gozada, ora
a la del nex o del goce.
Hagamos la misma experiencia en lo concerniente a un d erecho de otra especie.
Heme aquí componiendo una obra i ntelectual, este curso de Enciclopedia del
Derecho; la trazo con una composición de ideas y un estilo que estimo originales.
Tengo, desde luego, sobre esta producción un derecho exclusivo, usua lmente califi-
cado de «derecho del a utor», o con más precisión «monopolio», análogo al derecho
de propiedad, sin que se confunda completamente con él.
Luego en tal derecho descubro, como en el caso anterior, primero mi persona-
lidad, mi yo titular; en seguida una cosa, mi obra; después un lazo entre mi persona

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR