Esencia del derecho natural
| Autor | Giorgio Del Vecchio |
| Cargo del Autor | Profesor de la Universidad de Roma «La Sapienza» (Italia) |
| Páginas | 179-183 |
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PERSONA, ESTADO Y DERECHO
ESENCIA DEL DERECHO NATURAL (1)
En un artículo publicado en la «Rivista Internazio nale de Filosofia del diritto»
(A. 1 936, Fasc. IV), el insigne jurista japonés Kotaro Tamaka, reafirmando un con-
cepto ya de varios modos sostenido por pensadores de otros países, ha observado
justamente que «el derecho, de suyo, tiene por fin realizar el ideal ético en la vida
social». Esta es sin duda la razón final del ordenamiento jurídico, aunque, como
pienso, y como creo que el mismo profesor Tamaka admite, no todos los sistemas
jurídicos corresponden a aquel alto ideal, an tes bien ninguno de ellos lo reunirá
perfectamente, mientras los detentadores del poder público se propongan casi siem-
pre fines particulares bastante lejanos de dicho ideal.
La realidad empír ica o histórica cuanto más diverge de aquello que la recta
razón manda, tanto más hace necesaria y o bligada la afirmación de lo que éticamente
debe ser aunque de hecho no sea. La batalla por el derecho natural iniciase ya con
el primer des pertar de la conciencia crítica de la humanidad, y es continuada de
diversos modos hasta nuestros días. En cierto sentido, puede decirse que está desti-
nada a no tener jamás término mientras que tengamos injusticias sobre la tierra y
sean cometidos errores por los mismos legisladores.
La batalla no se desarrolla so lo en el campo práctico, para obtener la sanción
y aplicación posi tiva de los principios en adelante univ ersalmente reconocid os;
sino también, desde el punto de vista teórico para vencer las objeciones y las resis-
tencias que la misma idea del derecho natural encuentra siempre entre ciertos filó-
sofos y especialmente entre ciertos juristas. Es singular el hecho de que mientras el
hombre común de sana conciencia, cualquiera que sea el grado de su cultura, no
duda que la s leyes deben ser conformes a justicia, y que exista, pues, un criterio
jurídico de razón natural, superior a l arbitrio de quien detenta el poder público,
una parte de los teóricos de la política y del derecho positivo opone todavía una
negación obstinada a la idea de un derecho ideal y no positivo. Las formas de esta
negación que es en susta ncia un simple prejuicio, son muchas . D ejemos aparte
aquellas doctrinas políticas y filosóficas que aceptan como único principio y medi-
da de todo valor la fuerza; porque tal principio está en contra dicción tanto la esen-
cia misma del Derecho como de la Ética en general; y si se h abla a veces de un
«derecho natural de la fuerza», se hace con esto un indigno abuso de la pa labra
«derecho», vaciándola de todo signi ficado propio. Se advierte que la negación im-
plícita en la tesis n o está justificada solo por el ideal del Derecho, sino también por
el carácter normativo de cualquier orde namiento jurídico.
(1) El presente artíc ulo fue escrito en o casión de l homenaj e al prof. KOTARO TAMAKA, antes
profesor de la Universidad de Tokio y ahora primer magistrado del Trib unal Suprem o
japonés. (Ed. Roma, Societá Italiana di Filosofia del diritto).
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