La educación ante la Convención de Naciones Unidas sobre Personas con Discapacidad: de la segregación a la inclusión, de la discriminación a la igualación
| Autor | Guillermo Cerdeira Bravo de Mansilla |
| Páginas | 305-314 |
305
LAS SENTENCIAS DE LECTURA FÁCIL COMO EXPRESIÓN DE LA ACCESIBILIDAD CO GNITIVA
LA EDUCACIÓN ANTE LA CONVENCIÓN DE
NACIONES UNIDAS SOBRE PERSONAS CON
DISCAPACIDAD: DE LA SEGREGACIÓN A LA
INCLUSIÓN, DE LA DISCRIMINACIÓN A LA
IGUALACIÓN
GUILLERMO CERDEIRA BRAVODE MANSILLA
Catedrático de Derecho Civil
Universidad de Sevilla
Al ver dadero Juan Salvador Gaviota,
que todos llevamos dentro
SUMARIO: I. LA LLAMADA «LEY CELAÁ» EN LA EDUCACIÓN DE
LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD: «¿MENOS PLURALES, MENOS
IGUALES Y MENOS LIBRES?» II. LA CONVENCIÓN DE LA ONU DE
2006, SOBRE DERECHOS DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD:
EN PARTICULAR, SU DERECHO A UNA EDUCACIÓN INCLUSIVA.
III. Y LA OBSERVACIÓN GENERAL Nº 4 (2016), DEL COMITÉ DE LA
ONU SOBRE EL DERECHO A LA EDUCACIÓN INCLUSIVA DE LAS
PERSONAS CON DISCAPACIDAD. IV. A MODO DE CONCLUSIÓN
(ABIERTA): LA EDUCACIÓN INCLUSIVA DE LAS PERSONAS CON
DISCAPACIDAD COMO -POSIBLE- UTOPÍA QUE NOS HACE «MÁS
PLURALES, MÁS LIBRES Y MÁS IGUALES».
I. LA LLAMADA «LEY CELAÁ» EN LA EDUCACIÓN DE LAS PERSO-
NAS CON DISCAPACIDAD: «¿MENOS PLURALES, MENOS IGUA-
LES Y MENOS LIBRES?»
En estos días, aún tan críticos por causa de la pandemia y del estado de
alarma en que vivimos, provocados ambos por el Covid-19, el debate público
se ha desviado en parte de aquel para centrarse en otro asunto, de mayor
trascendencia incluso, que va más allá d e cuanto dure la actua l crisis sanita-
ria, económica y social. Me refiero a la nueva reforma -otra más- que en mate-
ria educativa pretende nuestro actual Gobierno: la comúnmente conocida como
«Ley Celaá» (de momento, Proyecto de Ley Orgánica), así titulada por corres-
ponder su «autoría» a la actual Ministra de Educación, que tal apellido tiene
(como también ha sido muy usual apellidar otras anteriores Leyes educativas
según a quién correspondiera en aquel momento el Ministerio que la apadri-
nara).
En mi condición profesional, y académica, no me corresponde valorar la
oportunidad, ni siquiera el posible oportunismo, de tal propuesta de reforma
legal educativa en su integridad. Ni soy Doctor en Pedagogía, ni tampoco lo
soy en Ciencia s Políticas; ni siquiera periodista; ni pretendo serlo. Mucho
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