Capítulo Cuarto. Trayectorias delictivas - Prisión eludible. Ensayos sobre el delito, la pena y su ejecución - Libros y Revistas - VLEX 1025809286
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Capítulo Cuarto. Trayectorias delictivas

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Vincent
AutorDavid Mangiafico
Páginas101-130
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CAPÍTULO CUARTO
TRAYECTORIAS DELICTIVAS
“Venceréis,
pero no convenceréis…”
Miguel de Unamuno
1. MUNDO ANTIGUO
Pueden extraerse notas comunes acerca de la consideración de los sujetos reinci-
dentes a lo largo de toda la historia. En efecto, las marcas, la expulsión y la exclusión del
otro,transitadesdelaantigüedad,pasandoporeloscuroMedioevo;sesostieneconel
advenimiento del Estado absolutista y aunque con algunas variantes, está presente en
la ilustración, logrando una precisión pretendidamente quirúrgica a partir de la elabo-
ración teórica del positivismo criminológico, hoy en pleno resurgimiento a partir del
advenimiento de la criminología actuarial y mediática, más allá de su plena vigencia
en los Códigos Penales de casi todo el orbe. El trato punitivo organizado es la herencia
delasoluciónsacricialdelmundosalvajequeelhombrecivilizadohaconvertidoa
modo de vida. Desde hace alrededor de cinco mil años se vive bajo amenaza y pade-
cimiento punitivo en la creencia de que “…alguien tiene que sufrir o morir para que la
sociedad viva” 226.
Una referencia histórica viene impuesta, sin embargo, por la peculiaridad del
fenómeno. Tal como existe un criterio concorde en las legislaciones actuales acerca de
la mayor punibilidad del reincidente, así también hay una constante histórica simi-
lar que revelaría inclusive, hasta cierto sentir popular permanente respecto al relativo
aumento de pena227. Está claro que el derecho penal no tiene reparos en legitimar el
dogma acerca del cual sin castigo no hay sociedad humana posible. La similitud que
existe entre ese castigo -en cuanto a proceso de evolución histórica- y el tratamiento a
delincuentes reincidentes es francamente asombrosa, ambas presentan como nota co-
226 Alagia, Alejandro. Hacer sufrir. Imágenes del hombre y la sociedad en el derecho
penal. Ed. EDIAR. Buenos Aires, Argentina. Año 2013. Página 09.
227 Latagliata. Contributo alio studio della recidiva. Cap. I, Nápoles, Italia. Año 1958.
Páginas 16 y ssgtes.
DaviD Mangiafico
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múnladirecciónopuestaaunalíneahumanistayelagrantealejamientodelosdatos
de realidad, la que -salvo honrosas excepciones- ha indicado siempre que el mayor
rigor punitivo agudiza la problemática reiterativa.
Los pueblos más antiguos o menos civilizados desconocían a menudo la
reincidencia, no sólo porque la pena de muerte era normalmente aplicada, sino
también por la casi imposibilidad de reconocer, cuando no se castigaba con dicha
pena, a los sujetos precedentemente sancionados228. Esta última dificultad fue sos-
layada en muchos lugares mediante marcas o mutilaciones corporales realizadas
sobre el delincuente.
2. EDAD MEDIA
La Edad Media fue sin lugar a dudas una época marcada por un triste y desola-
dor retroceso de la humanidad. Los enfermos y deformes eran apartados y margina-
dos. En la Edad media, los que eran considerados anormales, eran olvidados, recha-
zados e incluso temidos. Así es como se construye un concepto de la anormalidad y
del defecto, que conduce al rechazo social, al temor y hasta a la persecución de estas
personas,porpartedelospoderes civilesyreligiosos; erasimilarla consecuenciade
ser loco, hereje, bruja, delincuente, vago o prostituido.
Pero no todos tenían el cadalso como destino, en la Francia del Siglo XIV, luego
de largas sesiones de tortura, se encerraba al delincuente habitual y se lo exhibía los
nesde semanaa manerade espectáculocircense o degran zoológico,para quelas
familiassedivirtieranunpoco,obien,manejandolaconcienciasocial,recticaranlos
actos cometidos en el pasado, por considerar a estos monstruos como la más grande se-
ñal de un castigo enviado por Dios. Se incrementa también de modo fabuloso la explo-
tación de la mendicidad como negocio siendo las comunidades religiosas promotoras
yalavezbeneciariasdeestapráctica229.
Si el delito había sido provocado por un reincidente, a quien se le había mutilado
omarcado aljuzgarsu delitoanteriory ande evitarsumuerte como muestrade
una excepcional clemencia era sometido a una ordalía o juicio de Dios. La más cono-
cida era hacer caminar al acusado sobre nueve rejas de arado puestas al rojo vivo, por
supuesto con los pies desnudos. Si días después las plantas de sus pies estaban sanas
sería absuelto.
LaordalíaoJuiciodeDioseraunainstituciónjurídicaquesepracticóhastana-
les de la Edad Media en Europa. Su origen se remonta a costumbres paganas comunes
entre los bárbaros y mediante ella se dictaminaba, atendiendo a supuestos mandatos
228 Martínez de Zamora, Antonio. La reincidencia. Anales de la Universidad de Murcia
(Derecho). Volumen XXVIII. Números 1 a 4. España. Año 1971. Páginas 16 y ssgtes.
229 Zambrana Moral, Patricia. Historia del Derecho Europeo. Rasgos generales de la
evolución histórica de la tipología de las penas corporales. Revista de Estudios His-
tórico-Jurídicos Nº XXVII. Ediciones Universitarias de Valparaíso, Chile. Año 2005.
Páginas 197a 229.

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