La realidad intelectual o segunda realidad
| Autor | Santiago González-Varas |
| Páginas | 13-33 |
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La búsqueda inteLectuaL de Lo tra scendente. ensayo
caPÍtulo PriMero.
la realidad intelectual o Segunda realidad.
i. rePreSentacioneS intelectual eS de una Segunda realidad.
1. realidad en buSca de autor. crean do realidad.
“Fácilmente aceptamos la realidad porque intuimos que nada es real”
(...). “Gobernador de su provincia natal, docto en astronomía, en astro-
logía y en la interpretación infatigable de los libros canónicos, ajedrecis-
ta, famoso poeta y calígrafo: todo lo abandonó para componer un libro
y un laberinto. Renunció a los placeres de la opresión, de la justicia, del
numeroso lecho, de los banquetes y aun de la erudición y se enclaustró
durante tres años en el Pabellón de la Límpida Soledad” (frases tomadas
de Jorge Luis Borges, “el inmortal” y “el jardín de los senderos que se
bifurcan”).
“El error cometido fue pensar que el modelo no podía ser extraído más
que del mundo exterior, e incluso que solamente podía ser tomado de él
(...). La obra interior se referirá a un modelo puramente interior o no
será nada” (André Breton, El surrealismo y la pintura, Ed. Gallimard
1928).
Porque sólo Dionisio, Dios doliente de los misterios, es real y satisfactorio.
a. teStiMonioS que inforMan de que la realidad eS diferente. la realidad
intelectual o “Segunda realidad ”.
La única realidad es intelectual, en su mayor parte poética, dirán algunos.
Son dos cosas, más bien: una, cómo lo que llamamos habitualmente realidad
se percibe diferente desde lo intelectual (capítulo cuarto, infra); la segun-
da, existe una realidad propiamente intelectual. Observemos primero esto
último.
Para Baudelaire la realidad en cuanto tal se asocia a un mundo pro-
pio intelectual, es una “estancia parecida a una divagación, una es-
tancia verdaderamente espiritual, de atmósfera quieta y teñida leve-
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Santiago gonzález-VaraS
mente de rosa y azul” con un “perfume que embriaga con sensibilidad
perfeccionada” 1.
Tampoco le basta a Rimbaud la simple realidad exterior de las co-
sas. En sus versos de Sol y Carne, Rimbaud añora el mundo del mito
y de sátiros lascivos y lamenta que el hombre se haya convertido en
un Rey que abandona a los dioses. Apela Rimbaud “al ideal, eterno
pensamiento invencible”, porque el “mundo está sediento de amor”.
Entonces, la “razón salta del cerebro” para que otros mundos vibren
al son de una llamada eterna 2.
La realidad queda así descrita, se nos pone de maniesto cómo lo
real deja de serlo cuando se descubre otra realidad… Para concebir
la irrealidad y penetrarse de ella es preciso tenerla constantemente
presente ante el espíritu. El día que se la siente, que se la ve, todo se
hace irreal, salvo esa irrealidad, que es la única forma en que se hace
la existencia tolerable (Ciorán) 3.
Para Jorge Luis Borges la realidad es un combinado de emociones,
percepciones, sensaciones, sueños, distracciones, sorpresas4. En la
obra poética de Juan Ramón Jiménez… la realidad está en otro lugar
diferente, de la visión o apreciación de las cosas y los objetos. El poeta
va creando a través del verso una realidad verdadera basada en su
imaginación, su fantasía, su irracionalidad e instinto. En “Espacio” se
reiteran frases y motivos, aparentemente inconexos entre sí, pero que
nalmente forman un mundo compacto y propio. Realidad es aquello
que se crea artística o poéticamente: “qué olvido de las cosas en esta
nueva voluntad” dice en “Eternidades”. Mientras que “todos somos
actores aquí, y sólo actores” los personajes “Otelo y Desdémona serán
lo eterno” 5.
Es preciso resistirse a la indiferencia. La hora del té, la hora verde
de la absenta, intelectualmente, como imaginación, la cultura de los
ángeles y del diablo y de las historias creadas en ajenjo, el alma mien-
tras sea alma antes de morir, la espuma, las crisis de gran mal”6.
1 “La estancia doble”, en Pequeños poemas en prosa.
2 En general, sus Iluminaciones vienen a ser no más que la creación de una segunda realidad.
Lo que a algunos les recordará al mundo de las sensaciones y de la creación mediante
estímulos de William S. Burrouhgs.
3 E.M. Cioran, Adiós a la losofía (Prólogo y selección de F. Savater), Madrid 1982, 2ª edición.
4 The Mirror Man - 3/6
5 Véase también Francisco Javier Blasco, Poética de Juan Ramón Jiménez, Salamanca 1981.
6 “El vino hace que el sabio se ponga la capa de necio” S. Brant, Narrenschiff, El barco de las
burlas. Y qué si todo fuera necio. “Lo esencial es invisible” (El principito de Saint-Exupéry).
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