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El concurso convocado en 1929 para la provisión de la cátedra de Derecho Procesal de la Universidad de Madrid: una historia turbia con un conflicto entre medios y fines

AutorManuel Cachón Cadenas
Cargo del AutorCatedrático de Derecho Procesal en la Universidad Autónoma de Barcelona
Páginas485-522
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EL CONCURSO CONVOCADO EN 1929 PARA LA PROVISIÓN DE LA
CÁTEDRA DE DERECHO PROCESAL DE LA UNIVERSIDAD DE MADRID:
UNA HISTORIA TURBIA CON UN CONFLICTO ENTRE MEDIOS Y FINES*
SUMARIO: 1. La vacante producida en la cátedra de Derecho Procesal
de la Universidad de Madrid a causa de la jubilación de Tomás Mon-
tejo y Rica. 2. 
provisión de la cátedra vacante. 3. Un documento inédito y esclare-
cedor: las Memorias a mis nietos redactadas por Elías Tormo y Monzó,
Presidente del Consejo de Instrucción Pública que propuso a Beceña
como vencedor del concurso. 4. Divergencias y enfrentamientos en-
tre tradicionalistas e institucionistas dentro del procesalismo español
de aquella época. 5. Los aspirantes a la cátedra de Derecho Procesal
de la Universidad de Madrid: un procesalista brillante (Francisco
Beceña) y un personaje excéntrico (Francisco Marcos Pelayo). 6. El
desarrollo del concurso. El nombramiento de un ponente arbitrario
y caprichoso: Laureano Díez Canseco. 7. El relato que Elías Tormo
incluyó en sus Memorias acerca del concurso para la cátedra de De-
recho Procesal de la Universidad Central. 8. El resultado justo de un
concurso plagado de graves irregularidades.
1. LA VACANTE PRODUCIDA EN LA CÁTEDRA DE DERECHO PROCESAL DE LA
UNIVERSIDAD DE MADRID A CAUSA DE LA JUBILACIÓN DE TOMÁS MON-
TEJO Y RICA
La Gaceta de Madrid del 18 de diciembre de 1928 publicaba un
Real Decreto (el núm. 2364) del día 17 del mismo mes mediante el
que se declaraba jubilado, por haber cumplido la edad reglamentaria,
a Tomás Montejo y Rica1. De esta forma, quedaba vacante la cátedra
* Publicado en Justicia. Revista de Derecho Procesal, 2013, núm. 2, pp. 161-205.
1 Tomás Montejo y Rica nació el 13 de diciembre de 1856 en Baeza, fallecien-
do en Madrid el 29 de abril de 1933. Acerca de este procesalista, vid. Felipe
Clemente DE DIEGO, “Nota necrológica. D. Tomás Montejo y Rica”, en Bo-
letín del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, núm. 20, junio de 1933, pp. 6-9;
también la nota necrológica publicada sin firma en el ABC del 2 de mayo de
1933 con el título de “El ex ministro D. Tomás Montejo”; más recientemente,
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de Procedimientos Judiciales y Práctica Forense de la Universidad de
Madrid, que, como consecuencia del cambio de denominación de la
disciplina introducido por el Plan de Estudios aprobado ese mismo
año de 1928, había pasado a ser la cátedra de Derecho Procesal de
aquella Universidad.
Tomás Montejo había tomado posesión de la cátedra de Teoría
de los Procedimientos Judiciales de España y Práctica Forense de la
Universidad de Madrid el 22 de mayo de 1882, por lo que enseñó en
esa Universidad durante más de cuarenta y seis años.
En la misma Gaceta de Madrid del 18 de diciembre de 1928, apa-
recía otro Real Decreto (el núm. 2362) correspondiente al día 17 de
ese mes por el que se nombraba a D. Tomás Montejo y Rica Rector
honorario de la Universidad Central. Este Real Decreto contenía una
Exposición sumamente elogiosa para con el catedrático jubilado:
“Un ilustre maestro del Derecho, D. Tomás Montejo, que
durante más de cuarenta años consagró a la enseñanza en
la Universidad Central lo mejor de su espíritu, cesó en sus
funciones docentes por haber llegado a la edad que la Ley
determina para la jubilación forzosa.
Sus compañeros de Claustro, a propuesta de su propia Fa-
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ganarse en tan larga convivencia con la petición de que sea
nombrado Rector honorario de la Universidad Central.
El Ministro que suscribe2-
ma de Vuestra Majestad esta propuesta, aprobada ya por
el Gobierno, bien seguro de que es merecida recompensa a
quien adoctrinó a muchas generaciones y rindió el esfuerzo
de una labor fecunda en bien de la enseñanza y de la Patria”.
Manuel J. PELÁEZ, Montejo Rica, Tomás (1856-1933)”, en Diccionario crí-
tico de juristas españoles, portugueses y latinoamericanos (hispánicos, brasileños,
quebequenses),    
PELÁEZ DEL ROSAL, “Vida y obra del baezano D. Tomás Montejo y Rica
(1856-Madrid, 1933) al servicio de la Universidad y de la Corona”, en Juristas
ilustres de Jaén (siglos XIX-XX), coordinadores Juan Manuel de Faramiñán
Gilbert y Miguel Ángel Chamocho Cantudo, Jaén, 2010, pp. 137-156; tam-
bién las referencias incluidas en mi libro Historias de procesalistas, universida-
des y una guerra civil (1900-1950), Madrid, 2012, espec. pp. 632-642.
2 El Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes era Eduardo Callejo de la
Cuesta (1875-1950).
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La anterior propuesta fue aceptada, en efecto, por el Rey Alfonso
XIII:
“Conformándome con las razones expuestas por el Minis-
tro de instrucción Pública y Bellas Artes, de acuerdo con Mi
Consejo de Ministros, y como justa y merecida recompensa
a la labor realizada por D. Tomás Montejo y Rica, Catedrá-
tico jubilado de la Facultad de Derecho de la Universidad
Central,
Vengo en nombrarle Rector honorario de la expresada Univer-
sidad”.
Tomás Montejo formó parte de la élite política de la época co-
 
cargos públicos, entre los que cabe mencionar, por ejemplo, los de
Diputado a Cortes (salió elegido en las convocatorias de 1887, 1991
y1898), Senador por la provincia de Cuenca (resultó elegido suce-
sivamente en 1903, 1905, 1907, 1910, 1914 y 1916), Senador vitalicio
desde 1919, y Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes en dos
periodos: desde el 29 de diciembre de 1920 al 13 de marzo de 1921
en un gobierno presidido por Eduardo Dato, y desde el 1 de abril
de 1922 al 4 de diciembre del mismo año en otro gobierno presidido
por Rafael Sánchez Guerra. También recibió numerosas distinciones.
Por ejemplo, fue miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y
Legislación, y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas,
así como Rector honorario de la Universidad Central, según se acaba
de indicar.
Montejo no era sólo un “peso pesado” de la vida política espa-
 de los procesalistas
españoles que seguían la orientación doctrinal habitualmente deno-
minada procedimentalismo. Al producirse la jubilación de Montejo,
la mayor parte de los catedráticos y profesores auxiliares que ense-
ñaban esta materia en las Universidades españolas estaban adscri-
tos a la tendencia doctrinal mencionada. Por otra parte, Montejo fue
miembro de la mayoría de los tribunales de oposiciones a cátedras de
Procedimientos Judiciales y de Derecho Procesal celebradas durante
el primer tercio del siglo XX3.
3 Montejo formó parte aún del tribunal de las oposiciones a la cátedra de De-
recho Procesal de la Universidad de Zaragoza celebradas en 1932, cuando ya
hacía tres años que se había jubilado.

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