Capítulo Tercero. Modos según los cuales el extranjero puede ser admitido al goce de los derechos civiles y políticos
| Autor | François F. Poncelet, William A.S. Westoby |
| Páginas | 121-124 |
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RESUMEN DE LEGISLACIÓN INGLESA EN MATERIA CIVIL
CAPÍTULO TERCERO
MODOS SEGÚN LOS CUALES EL EXTRANJERO
PUEDE SER ADMITIDO AL GOCE DE LOS
DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS.
Sección 1a.De la natu ralización imperfecta o «dénisation»
Ciertos derechos civiles y políticos pueden ser concedidos a los ex tranjeros en
Inglaterra, sea por medio de la «dénisation», sea por la de la naturalización. Por esta
última, el extranjero es admitido al goce de los derechos civiles y políticos del nacio-
nal; pero la «dénisation» es una especie de naturalización imperfecta y el extranjero
«denisado» está colocado, por así d ecirlo, en un estado intermedio entre el extranjero
y el extranjero naturalizado. El no pierde jamás su propia na cionalidad44 pero está
investido de algunos de los privilegio s pertene cientes a l súbdito por nacimiento.
Estos privilegios pueden concedérsel e por toda su vida o para un periodo limitado o
para un caso particular, o durante su residencia y la de su descendencia en Inglaterra
o en las posesiones del reino. Durante este tiempo, tiene el goce de casi todos los
derechos civiles del na cional y de ciertos derechos políticos. Así , puede votar para la
elección de miembros de la Cámara de los Comunes, si reú ne por otra parte las
restantes condiciones exigidas a estos efectos; pero no puede ser miembro del consejo
privado ni de una u otra Cámara del Parlamento; no p uede desempeñar ninguna
función civil o militar, ni recibir ninguna dotación de la Corona.
La «dénisation» se concede por cartas patentes, evidentes o abiertas45 del rey
en la s que se especifiquen los derechos y los privilegios concedidos al «denisado».
He aquí los que lo son más comúnmente:
44 Esta cu estión adquirió cierta magnitud con ocasión del asunto de Is aac Bazire que, habiéndose
jubilado en Inglaterra y obtenido las cartas de dénisation del Rey, a su regreso a Francia, solicitó la
legitima que le correspondía de su padre. Sus hermanos se opusieron por su naturalización en
Inglaterra, pero, por una sentencia de 8 de agosto de 1647, dada por e l Parlamento de Normandía
en la Cámara del edicto, fue admiti do en la s ucesión de su padre. B asnage, que comenta esta
sentencia basándose en el art. 235 de la Costumbre de Norman-día, señala: «Se considera que los
documentos de dénisation no son verdaderas cartas de naturaleza, si no han sido aprobadas por la
Cámara de los Co munes inglesa, sin c uya for malidad no se puede consid erar a una persona
naturalizado como inglés».
El mismo problema se presentó en la Corte de casación de Francia, en el asunto Brunet c. Crew, y
mereció una resolución semejante por sentencia del 19 de enero de 1819. Ver Sirey, 1819, 1, 174.
45 Las Lettres-patentes (cartas abiertas) se denominan así porque la sentencia real va redactada en forma
de carta y lleva el sello de Inglaterra.
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