Capítulo III: El delincuente y su esfera social - Criminología - Libros y Revistas - VLEX 1023486333

Capítulo III: El delincuente y su esfera social

Páginas161-402
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Criminología
caPítUlo iii
el delincUente y SU eSfera Social
1. nota Preliminar
La Criminología se encuentra solo al comienzo de la realización de su co-
metido de abarcar al delincuente en sus interdependencias sociales como una
unidad. Es verdad que conocemos un número considerable de teorías y con-
ceptos que intentan explicar el crimen y al criminal; pero todos ellos han sur-
gido de observaciones parciales, casi siempre bajo un ángulo cientíco parcial
y especial. Hasta la fecha no existe ninguna exposición más amplia del delin-
cuente en sus interdependencias sociales como una unidad.
Exponer íntegramente la realidad de forma meramente descriptiva es tan
poco posible como atraparla dentro de un modelo. Muchas cosas son inacce-
sibles, sea a consecuencia de insuciencias técnicas o dicultades metodológi-
cas, sea a causa de consideraciones de tipo ético, o por otras causas. Algunas
cosas que en sí serían comprobables, escapan a la investigación, o no han sido
todavía objeto de la misma, y, por consiguiente, han quedado sin ser tomadas
en consideración en la exposición del problema de la Criminología. Tampoco
será posible nunca captar completamente, de manera empírica, al autor en
sus interdependencias sociales. Baste pensar en cuántas cosas ignoran aún
incluso los médicos con sus casi ilimitadas posibilidades técnicas y sus inves-
tigaciones sobre el hombre, desarrolladas sin interrupción desde hace siglos.
Y eso, siendo el hombre —el delincuente— solo una parte del campo total
del que la Criminología se ocupa. Los conocimientos sobre la realidad de la
sociedad y sus múltiples mecanismos de actuación son aún más reducidos.
Esta limitación —que reside en la naturaleza de las cosas— deberá ser teni-
da en cuenta en cada investigación del delincuente en sus interdependencias
sociales; la diferencia entre la realidad y el conocimiento de esta realidad es
extraordinariamente grande, y lo será siempre, no solo a causa de la multitud
de dimensiones, sino también a causa de los continuos cambios de esta reali-
dad. Las relaciones sociales dependen siempre de la sociedad, y la estructura
social, por su parte, está sometida al cambio continuo en medida mucho ma-
yor que la estructura básica del hombre.
Sin embargo, con ayuda de investigaciones sobre el corte transversal, por
una parte, y el longitudinal, por otra, se intentará descubrir y exponer de-
terminadas irregularidades, repeticiones e incluso constantes, y construir en
cierto modo un armazón, con cuya ayuda el cambio ininterrumpido sea per-
ceptible, medible hasta cierto grado, y, con ello, cientícamente dominable.
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Hans GöppinGer
Al clasicar el material empírico de que disponemos (lo que, en cualquier
caso, no representa más que una parte de la totalidad de las comprobaciones,
puesto que las investigaciones americanas, por sí solas, son ya tan numero-
sas que es casi imposible abarcarlas), se muestra de manera impresionante
que existe un gran número de armaciones cientícas especiales, pero no una
contemplación omni-comprensiva del autor y su esfera social, en el sentido de
una valoración, próxima a la realidad, de cada uno de los diferentes campos, a
partir de los que se han obtenido los datos para esta contemplación. Tampoco
es posible agrupar simplemente ad libitum o incluso según un determinado
plan los distintos resultados existentes, en la esperanza de poder así exponer
la realidad. Por tanto, el capítulo subsiguiente debe darse ampliamente por
satisfecho con una reproducción de resultados de investigaciones de los di-
versos campos particulares. Sin embargo, al ocuparse de estas exposiciones
parciales 2.1 y 2.2) no debe ser olvidada la tarea de considerar al delincuente
en sus interdependencias sociales como una unidad (2.3). Por otra parte, el
conocimiento de las investigaciones y de los hallazgos de los campos par-
ciales es presupuesto para una consideración criminológica interdisciplinar
e integradora.
En este capítulo se hará, en primer lugar, una exposición acerca de la per-
sona, y, a continuación, otra acerca del ámbito social, a la que seguirá un exa-
men (más complejo) del delincuente en sus interdependencias sociales.
En estas secciones se exponen también impresiones y resultados parciales
de nuestras propias investigaciones en Tubinga. Como base se han tomado
más de 500 investigaciones de casos concretos, realizadas desde planos muy
distintos por un grupo de criminólogos que gozan de una formación bási-
ca como psiquiatras, psicólogos, juristas, sociólogos o asistentes sociales (v.
supra II, 3.46). La intención principal de estas investigaciones era captar lo
más exactamente posible las esferas psíquica y social del examinado, sobre
todo después de que en una confrontación de sus declaraciones con las ar-
maciones de terceras personas y con los expedientes, asimismo consultados,
se pusiera de maniesto que incluso en cuestiones relativamente carentes de
importancia solo raramente se daba una coincidencia (detalladamente sobre
estas investigaciones, Göppinger 70b, 237 y ss. y 70a, 78).
Cada una de las investigaciones, que, junto a exhaustivos estudios de la
personalidad, incluyen también exploraciones por medio de terceras perso-
nas y exámenes de los lugares, etc., está conservada en extensos expedientes o
formularios especiales de investigación, como electroencefalograma, test, etc.
A ello se añaden los exámenes de expedientes, a veces extraordinariamente
amplios. De esta manera, respecto a todas las comprobaciones efectuadas en
Tubinga, citadas a continuación, existen exposiciones de cada caso correspon-
dientemente pluralistas.
Una parte de los cómputos fue jada en formularios. Los planteamientos
de estos resultaron en parte de referencias de la literatura y en parte de ob-
servaciones propias en un estudio previo. Asimismo es tenido en cuenta un
recuento, realizado entretanto, de la distribución de frecuencias en la prime-
ra parte, ya concluida, de las comprobaciones (Investigación de delincuentes
juveniles: N=200; investigación comparativa: N = 200). En realidad, los infor-
mes siguientes, relativos a estas investigaciones, representan solo una parte
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Criminología
de ellas. Cuando hayan terminado los trabajos del primer conjunto amplio de
valoración, se realizará una exposición global de Ja investigación comparativa
de delincuentes jóvenes de Tubinga en forma de publicación separada.
Uno de los grupos de examinados se compone de presos masculinos de
20 hasta 30 años de edad, de los distritos judiciales Hechingen, Rottweil,
Stuttgart y Tubinga, condenados a cumplir una pena de prisión (pero no de
presidio) de una duración mínima de seis meses. Fueron seleccionados en la
prisión provincial de Rottenburg por un procedimiento aleatorio (examina-
dos R). El otro grupo, de comparación, se compone de individuos masculinos
(examinados C) de la misma edad y del mismo ámbito local. (La investigación
comparativa se realizó con ayuda de la Deutsche Forschungsgemeinschaft).
Los examinados de este grupo fueron obtenidos por medio de una selección
aleatoria, escalonada en dos fases, de entre la población de los cuatro distritos
judiciales. Los (870) municipios fueron divididos en (7) clases según su tama-
ño, y se obtuvo la distribución de población dentro de esas clases. Mediante
un sorteo aleatorio simple se escogieron varios municipios de cada clase. En la
segunda fase se determinó el número de personas a examinar por municipio
por medio de un sorteo aleatorio sistemático, según las cuotas de distribución
de la población antes calculada. (Al hacerlo, se aceptaron las conocidas obje-
ciones contra las selecciones en varias fases.)
Dado que las investigaciones exponen de forma preferentemente descriptiva un sa-
ber básico sobre las personas en sus interdependencias sociales en los grupos, no pue-
den ni deben, en un primer momento, decir mucho, de un modo directo, sobre cues-
tiones causales, sobre la criminogenésis, o, por ejemplo, sobre la cuestión del “proceso
de socialización” y sus perturbaciones (v. infra 2.2). Estos planteamientos quedan
reservados a investigaciones posteriores. Por otra parte, deben incitar a revisiones
empíricas críticas de las armaciones temáticamente relevantes contenidas
también en la literatura.
En el capítulo siguiente seguirán exposiciones sobre el pronóstico y las san-
ciones, siendo tratado de manera relativamente amplia el cumplimiento en
privación de libertad. Se parte de que también ello representa una parte de la
contemplación global del delincuente en sus interdependencias sociales; pues
también el cumplimiento de una pena privativa de libertad o incluso una re-
petida estancia en la cárcel constituye una parte de la totalidad del ámbito
vital y social del delincuente. El capítulo termina con una breve exposición de
las relaciones del autor con la víctima.
2. el delincUente en SUS interde PendenciaS SocialeS
2.1. SoBre la PerSona del aUtor
2.11. irreguLaridades corporaLes y c rimen
La búsqueda de la causa física del crimen no empezó con Lombroso ni ter-
minó tampoco con la refutación del “atavismo” como sinónimo de la crimina-
lidad congénita originaria. Una y otra vez se busca un indicio de enfermedad
en los criminales, y la comprobación de cualquier irregularidad (física) en un
delincuente es casi siempre registrada en seguida por la prensa.

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