Prólogo
| Autor | Dr. Andry Matilla Correa |
| Cargo del Autor | Profesor Titular de Derecho Administrativo |
| Páginas | 15-22 |
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Los principios jurídicos: un estudio crítico y propo sitivo
próloGo
Desde que se articuló la convivencia del ser humano en colectividad, dicha
convivencia se ha asentado en convicciones sustentadas en la aceptación o en
el consenso del grupo social, pasando a ser respaldadas por los resortes de
poder público que han regido a las comunidades políticamente organizadas.
Esas convicciones, normativa y jurídicamente trascedentes, merced a tal res-
paldo y a la determinación de las expresiones normativas más concretas en
las que se fueron desarrollando de cara a la conformación del orden que ha re-
gido en esas comunidades, es lo que puede señalarse, originariamente, como
lo que el conocimiento jurídico posterior ha identicado con la expresión
principios jurídicos. Y este que hemos dado aquí puede ser –con la suerte que
fuere– un planteamiento elemental, inicial, para sugerir el origen y el valor
primigenio de tales principios dentro del fenómeno mayor que es el Derecho.
Con independencia de los antecedentes que puedan convocarse, es a partir
del siglo XIX que el tema de los principios jurídicos va cobrando su corporiza-
ción moderna y va a ir adquiriendo un carácter esencial dentro de la teoría y
la losofía del Derecho, alumbradas en el propio período decimonónico como
sectores del conocimiento jurídico; y la consagración, con variedad de expre-
siones y sentidos, en la letra de importantes representaciones del movimiento
codicador que se va desplegando en ese mismo siglo, será otra movida im-
portante para saldar la existencia de los principios jurídicos como una de las
piezas capitales del Derecho.
Navegando entre las aguas extremas del iusnaturalismo y el iuspositivismo,
y, también, por canales intermedios, muchas cuestiones ha dejado por de-
lante el tópico de los principios jurídicos en todos estos años: qué son; cómo
han evolucionado históricamente; cuál es su naturaleza jurídica; cuáles son;
quién los determina o establece; que valor jurídico tienen; que funciones cum-
plen dentro del Derecho; qué importancia tienen; cómo se alegan y cómo se
aplican jurídicamente; en n, interrogantes esas –y otras– que hacen nervios
fundamentales para articular y explicar el universo que constituyen dichos
principios.
Con el siglo XX, y marcado por la evolución del Derecho y los aconteci-
miento histórico-jurídicos que en él tuvieron lugar y que irradiaron su in-
uencia allende las fronteras donde se dieron, el valor práctico de los prin-
cipios jurídicos y el debate teórico alrededor de ellos fue a mayores de lo
que había sido en la centuria precedente. Y el tema ha evolucionado y se ha
amplicado –no puede ser de otra manera– en la medida que ha habido que ir
dando respuestas a las necesidades de ordenación jurídica de las comunida-
des políticamente organizadas, bajo los inujos condicionantes de las mismas
y de los resortes de la normación que conforman ese orden. Pero, eso sí, a
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