Primera parte: Intervención relacionada con las funciones tradicionales del estado
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INTERVENCIÓN DEL ESTADO EN LA VI DA ECONÓMICA
PRIMERA PARTE
INTERVENCIÓN RELACIONADA CON LAS
FUNCIONES TRADICIONALES DEL ESTADO
La definición de las atribuciones del Estado varía con los sistemas políticos.
Precisa recabar la opinión de los liberale s para delimitar las funciones que todo el
mundo está de acuerdo en reconocer al Estado. Lo que según ellos aparece como la
esencia de la competencia pública solo constituye un sector reducido de atribucio-
nes en las doctrinas del Estado autoritario y totalitario.
Los clásicos franceses, esencia lmente individualistas, de finían las atribuciones
del Estado sob re to do en un sentido negativo. Por ej emplo, para J. B. Say, «el
gobierno ideal es el gobierno barato y que actúa poco». El Estado es mal industrial,
mal negociante. Y de aquí el dicho, «al frente de un gobierno ya es hacer mucho
bien no causar ningún daño».
Frente a esta actitud negativa, impregnada de hostilida d y aversión al Estado,
los liberales ingleses oponen la definición positiva de su función. Siguen las huellas
de Adam Smith (suavizando sencillamente las asperezas), que reconoce al Estado el
derecho y el deber de proteger la soci edad contra la violencia y las invasiones
(seguridad interior y exterior); el derecho y el deber de administrar justicia y de
imponer contribuciones. Indudablemente, Smith, cuando se aparta de los otros clá-
sicos, se aventura en la pendiente resbaladiza que conduce después al socialismo.
Afirma que el Estado no puede permanecer indiferente ante los infortunios huma-
nos; que le incumbe crear aquellas instituciones públicas de que se desinteresan los
particulares, por no considerarlas lucrativas, pero que interesan, en cambio, a la
sociedad. Los ingleses no son enemigos de la acción del Estad o por prejuicio. A su
vez, Juan Bautista Say admi te el int ervencionismo bienhechor en alg unos casos
particulares.
Este máximo de actividad, que se transforma en un mínimo a medida que el
liberalismo se orienta en un sentido autoritario, constituye un terreno firme para
delimitar aquellas atribuciones que en todas las doctrinas se hallan vinculadas de
una manera indisoluble a la noción del Estado, es decir, pa ra determinar cuál es el
poder político . Pe ro l a de finición misma que dan los liberale s se ha lla lejos de
establecer una lín ea de de marcación infranquea ble entre éste y las atribuciones
económicas del Estado.
Para comprenderlo basta considerar la contrapartida necesari a de toda mani-
festación política del poder del Estado: la ex acción de impuestos. Constituye una
intervención indis cutible en el sector económico y social; bien se trate de una exac-
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