Nota preliminar - La interpretación de la Ley - Libros y Revistas - VLEX 1023488953

Nota preliminar

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ÍNDICE
NOTA PRELIMINAR
Cuando la pluma ha corrido sobre un suficiente número de páginas y —merced
a la eficaz mediación de un amigo que nunca falla (va por ti, José Manuel)— uno logra
que una editorial se haga cargo del producto, debe responder(se) a dos preguntas: ¿por
qué yo? y ¿para qué este tema? Mi contestación será breve porque, respecto de lo
primero, tengo (desgraciadamente) poco que decir; y de lo segundo no estoy en condi-
ción de añadir nada novedoso en favor de un asunto que se justifica por sí solo.
En los no tan últimos tiempos, mi atención ha estado prendada y prendida de esa
fantástica, soberana y profunda temática de la aplicación del derecho. Por ceñirme a lo
más inmediato, en el decurso del último sexenio (unidad de tiempo que velozmente se
ha integrado en el «sistema métrico» universitario), entregué a la imprenta —primero
en 1989— un remedo de monografía titulada —no faltaba más— Aplicación judi-
cial del derecho, a la que —en 1992— le procuré un complemento con la publicación
de Márgenes y límites en la aplicación del derecho. El tiempo no pasa en balde
(afortunadamente para ciertas cosas). Y he caldo en la cuenta de que, en mi marco de la
aplicación del derecho, el problema concreto de «la interpretación de la ley» se me
había desparramado, estaba muy incom pleto y era un poco estrábico. Carencias que
pretendo subsanar con esta nueva contribución dedicada a la interpretación judicial,
tema que va y retorna pero que siempre se conserva fresco y eterno.
Este centenar y pico de páginas mecanografiadas (ya veremos en cuántas quedan
cuando salgan de las prensas) tiene una vocación de servic io: prestar ayuda a ese
encantador y joven (ma non tropo a veces) auditorio que, en la Facultad de Derecho
donostiarra, desespera y se desanima con las arideces y «metarrizos» (los rizos del
rizo) que —¡ay, la Virgen del Carmen!— son los forzosos compañeros de viaje de una
Teoría analítica del de recho.
Me encantaría creer que este librito provocará incluso la curiosidad de un perso-
nal más avezado en los intríngulis del derecho, o la d e algún francotirado r de otra
órbita profesional. Ojalá haya suerte.
A José Manuel Castells y a Josu Erkoreka debo el que esta modesta apuesta
editorial haya concluido felizmente. Gracias, de veras.
Donostia, noviembre de 1994.

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