De la democracia en Francia - De la democracia en Francia - Libros y Revistas - VLEX 976723104

De la democracia en Francia

AutorFrançois Guizot
Páginas43-43
43
DE LA DEMOCRACIA EN FRANCIA
DE LA DEMOCRACIA
EN FRANCIA
Me atrevo a creer que en este escrito no se ha de encontrar nada, absolu-
tamente nada, que lleve la impronta de mi situación personal. En presencia de
tan grandes cosas, quienquiera que no se olvidase de sí mismo merecería ser
olvidado para siempre por los demás. Por mi parte, yo únicamente he tenido
presente la situación de mi país. Cuanto más pienso en ello, más me convenzo
de que su gran mal, el mal que se encuentra en la raíz de todos sus males, que
mina y destruye sus gobiernos y sus libertades, su dignidad y su felicidad, es
el mal que yo ataco: la idolatría democrática.
¿Constituirá el advenimiento de Luis Napoleón Bonaparte a la presiden-
cia de la república un remedio eficaz contra este mal? El porvenir nos lo dirá.
Esto que hoy afirmo tras la elección de Luis Napoleón Bonaparte lo afirmaría
igualmente, sin cambiar nada, si hubiera sido elegido el general Cavaignac.
Las grandes verdades sociales no se refieren a ningún nombre propio, sino a
la sociedad misma1.
1Coincide con Carlos Marx, quien en el prólogo a la segunda edición de El 18 Brumario de
Luis Bonaparte afirmaba, contra Víctor Hugo y Proudhon, que «la lucha de clases creó en
Francia las circunstancias y las condiciones que permitieron a un personaje mediocre y
grotesco representar el papel de héroe». Marx, que residió en París durante el decenio de
1840-1848, perfiló allí sus concepciones, las cuales deben mucho, tanto a la política
práctica de aquella etapa como a las doctrinas de los filósofos, historiadores, literatos
y socialistas franceses. He aquí lo que pensaba Tocqueville acerca del acontecimiento,
en términos no muy distantes de los de Marx: «Lo que distingue todavía entre todos los
acontecimientos que desde hace sesenta años se han sucedido entre nosotros es que [la
revolución de 1848] no ha tenido por fin cambiar la forma de gobierno, sino alterar el
orden de la sociedad. No fue, en verdad, una lucha política (en el sentido que le hemos
dado hasta ahora a esta palabra), sino un combate de clase, una suerte de guerra civil».
Souvenirs, París 1966, pág. 151.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR