Condiciones políticas de la paz social en Francia
| Autor | François Guizot |
| Páginas | 81-88 |
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DE LA DEMOCRACIA EN FRANCIA
CAPÍTULO VI
CONDICIONES POLÍTICAS
DE LA PAZ SOCIAL EN FRANCIA
Cuando se haya reconocido y se haya admitido decididamente que las
diversas clases que existen entre nosotros y los partidos políticos que les co-
rresponden son elementos naturales, profundos, de la sociedad francesa, se
habrá dado un gran paso hacia la paz social.
Esta paz resulta imposible mientras las diversas clases, los grandes par-
tidos políticos que encierra nuestra sociedad, alimenten la esperanza de anu-
larse mutuamente y de poseer ellos solos el mando. Tal es, desde 1789, el mal
que nos corroe y nos trastorna periódicamente. Unas veces los elementos de-
mocráticos han pretendido extirpar al elemento aristocrático; otras, el elemen-
to aristocrático ha intentado apagar a los elementos democráticos y reasumir
la dominación. Las constituciones, las leyes, la práctica del gobierno se han
encaminado alternativamente como máquinas de guerra hacia uno u otro de-
signio. Guerra a muerte en la cual ni uno ni otro de los combatientes creía
poder vivir si su rival quedaba en pie ante él1.
El emperador Napoleón ha suspendido esta guerra. Ha puesto de acuerdo
a las antiguas clases dominantes con las nuevas clases preponderantes; y sea
por la seguridad que les procuraba, sea por el movimiento en que las implicaba,
sea por el yugo que les impuso, ha restablecido y mantenido entre ellas la paz.
Tras él, de 1814 a 1830 y de 1830 a 1848, la guerra ha vuelto a estallar. Un
gran progreso se ha realizado: la libertad ha sido real; el antiguo elemento aris-
tocrático y el elemento democrático se han desplegado sin oprimirse mutuamente.
Pero no se han aceptado el uno al otro; han trabajado ardorosamente en excluirse2.
1Alude a que el mismo hecho de la incoherencia entre la sociedad civil y la sociedad
política, por falta de consensus en la sociedad, se traduce en violentas concepciones ideo-
lógicas que se excluyen mutuamente. Tocqueville lo achacaba a una consecuencia natu-
ral del paso del estado social aristocrático al estado social democrático. Esas oposicio-
nes son las que le preocupan a Comte y las que dan lugar a la doctrina marxista.
2Según Von Stein, habría que explicarlo en función de que lo que tiene lugar entonces,
especialmente entre 1835-1841: la lucha por la idea de monarquía frente a la sociedad
industrial, naturalmente republicana (Op. cit., pág. 74).
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