Violencias reproductivas en el marco del conflicto armado en Colombia
| Autor | Omar Huertas Díaz & Angie Lorena Ruíz Herrera |
| Cargo del Autor | Director de la Red internacional de Política Criminal Sistémica Extrema ratio UNAL/Magister en Políticas Públicas de la Universidad de Los Andes |
| Páginas | 121-140 |
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CAPÍTULO 5
VIOLENCIAS REPRODUCTIVAS EN EL MARCO DEL
CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA*
Omar Huertas Díaz**
Angie Lorena Ruiz Herrera***
INTRODUCCIÓN
Han sido miles las víctimas de la violencia sociopolítica en Colombia,
entre ellas, las niñas y mujeres. De acuerdo con el Registro Único de Vícti-
mas, al menos 32.446 personas fueron víctimas de actos contra la libertad e
integridad sexual, de estos, el 92,5% eran niñas o mujeres. La Comisión de
la Verdad, por su parte, registró 1.294 hechos de violencia sexual en la escu-
cha desplegada durante los más de tres años de operación. Estos hechos, en
el 89,5% afectaron a las mujeres, siendo, además, uno de los principales he-
chos de violencia vividos (Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad,
* Artículo de investigac ión en cohesión resultado del proyecto de estancia pos-
doctoral: “La construcción del enem igo como factor de persistencia del con-
icto en Colombia” de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería, Administrati-
vas y Sociales, Unidad Tecate de la Universidad Autónoma de Baja California
y la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y So ciales de la Universidad Na-
cional de Colombia (Enero 30 de 2022 – enero 29 de 2023), bajo la dirección del
profesor Dr. Mauricio Iván Vargas Mendoza.
**
*** Magister en Políticas Públicas de la Universidad de Los Andes. Psicóloga de
la Universidad Nacional de Colombia. Coinvestigadora “Grupo de Investiga-
ción Red Internacional de Política Cr iminal Sistémica Ext rema Ratio UNAL”,
reconocido y Clasicado en A1 MINCIENCIAS 2021. E-ma il: alruizh@u nal.
edu.co
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Tomo 7, 2022). Sin embargo, a pesar de la existencia de estos registros, se
desconoce la real magnitud de la violencia sexual relacionada con el conic-
to, pues además del señalamiento y estigmatización que sufren las mujeres,
son múltiples los obstáculos para acceder plenamente a sus derechos (AB-
Colombia, Sisma Mujer & U.S Ofce on Colombia, 2013; Ruiz, 2020).
En Colombia, se ha avanzado en la visibilización de las violencias vi-
vidas por las mujeres resultado del continuum de tradiciones históricas que
han marcado generaciones caracterizadas por el prejuicio, la discriminación
y la consideración de las niñas y mujeres como ciudadanas de segunda ca-
tegoría. No obstante, persiste un sistema basado en la dominación y discri-
minación del género, asociado a la marginación social, política y económi-
ca, lo que ha hecho que las violencias se profundicen cuando se trata de las
niñas, las mujeres negras, indígenas o con orientaciones sexuales diversas
(Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de
las Mujeres, 2015). Si bien es cierto, los movimientos feministas nacidos en
los años 70 en el mundo han repercutido en alzar un movimiento feminista
en Colombia, las niñas y mujeres continúan siendo categorizadas bajo de-
terminados estándares de comportamiento y pensamiento.
La permanencia de las actitudes e imaginarios que esperan determi-
nados comportamientos de las niñas y mujeres, impulsan a la continuación
de las luchas por la construcción de una sociedad justa y garante de dere-
chos para todas y todos y para los que no se clasican dentro de la mencio-
nada dicotomía. Así las cosas, este capítulo es un recordatorio de algunos
hechos visibilizados y otros ignorados que marcaron los cuerpos y la vida
de las niñas y las mujeres durante el conicto armado colombiano.
Su propósito, no es más que hacer un eco de las voces e historias de
aquellas que hablaron ante la Comisión de la Verdad, entendiendo que el
Informe Final de dicha entidad transicional debe ser escudriñado, leído y de-
batido como parte de la responsabilidad que como ciudadanos de este país
tenemos con nuestra propia historia y con la construcción de un mañana di-
ferente. Por esto, a lo largo del capítulo, se harán repetidas menciones a los
hallazgos de dos de los capítulos del informe nal: Mi cuerpo dice la verdad
y No es un mal menor. Además, se traerán de los mismos varias de las histo-
rias que dieron vida a los hallazgos que visibilizaron o reiteraron las formas
como la guerra se instaló en los cuerpos y en la vida de las niñas y las mujeres.
De esta manera, las y los lectores no se encontrarán con grandes o
complejos análisis, sino con historias desgarradoras que nunca debieron
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