El último esquema
| Autor | Jacob L. Talmon |
| Cargo del Autor | Profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén |
| Páginas | 277-291 |
277
CAPÍTULO XV
EL ÚLTIMO ESQUEMA1
A) LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Era esencial al pensamiento de los primeros totalitarios el no poder aceptar la
idea de que el pueblo es tal cual es, es decir, que es una realidad constituida por la
1 El principal, ca si el único, material para est e capítulo es la segunda par te de la Cons-
piration, de Buonarroti, que ofrec e una suma de los últimos propósitos del complot.
Otra importa nte autoridad es la Réponse à une lettre signée V. M., publiée et adressée à
Gracchus Babeuf, Tribun de peuple (expresando dudas acerca de la vi abilidad del siste-
ma comunista), la cual, ju ntamente con la Carta, se halla e n la Pièce XIII, de las Pièces
justicative s, vol. II de la Conspiration, de Buonarroti (págs. 213-29), respuesta esc rita
por el propio Buonarrot i. Contiene una suci nta exposición del esquem a babuvista
para el futuro y u na contestación a varias cr íticas.
Las señales de la verdadera de mocracia —Buonarroti, vol. I, pág. 231; multiplicidad
y oposición de interese s, ibid., págs. 233, 291-5; 313 (sobre la consolidación... hasta
que); procedimiento gradual h acia la soberan ía popular; al comie nzo la organi za-
cióndebeesta rcompuestasolame ntedeciudadanosf rancesesde ar,aquellosque
pertenezca n a la comunidad naciona l —1, págs. 277-8. Una ciudadanía just amente
adquirida, I, pág. 232 y siguientes.
Democracia babuv ista vol. I, págs. 230, 239, 250-3, 259-77; la gran economí a nacional
—I, págs. 206-18; comunidad de senti mientos —I, págs. 210, 228-9, 238, 255-8, 278-94;
“¿sevaa dejara lamente humana?” —I,pág.285;prens a—I,pág.291,Buonar roti,
Encyclopédie Nouve lle, 1840 “Babeuf”; Artes y Cienci as Buonarroti, I, págs. 285 y sig..
292-1: Encyclopédie Nouvelle —“B ab eu f”; Consp. , I, 223 y sigs.: Tri bu n, XXVII. Babeuf en
1792; Dommanget. Pages , pág. 134 y siguientes.
Antiintelect ualismo y limitación de la prens a —Encycl., pág. 327. Les seules connais-
sances nécessaires aux citoyens étaie nt celles qui devaient les mettre en état de ser vir et de
défendre la patrie. Point de corps pr ivilégié par ses lumières; point de préeminences intellec-
tuelles ou morales; point de droits; même au génie, contre la stricte égalité de tous les ho mmes.
Lire et écrire, compter, raisonner avec justesse, connaître l’ histoire et les lois de la Républi-
que, avoir une idée de sa topographie, d e sa statistique et de ses productions naturelles, tel
était le programme de l’éducation c ommune à tout le monde. Cette prudente limitation des
connaissances humaines était aux yeux du Comité la plus solide garantie d’ égalité sociale.
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