Retórica y praxis
| Autor | Juan Carlos Cassagne |
| Cargo del Autor | Catedrático de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho Universidad de Buenos Aires (Argentina) |
| Páginas | 80-92 |
80
JUAN CARLOS CASSAGNE
CAPÍTULO VI
RETÓRICA Y PRAXIS
Mientras la teoría clásica sobre la retórica, de raíz aristotélica, enseña que se
trata del arte de convencer orientado a la búsqueda de la verdad, la filosofía moder-
na (Schopenhauer es un buen ejemplo) la circunscribe a un recetario de técnicas
persuasivas que tienen por objeto vencer en la discusión.
La dialéctica de esta retórica moderna prescinde por completo de la verdad y de
los valores objetivos y, si fuera necesario, de la naturaleza y realidad de las cosas. Lo
que diremos de aquí en adelante se refiere, fundamentalmente, al populismo latino-
americano y su encarnación en un nuevo modelo de Estado, en el que anidan y conviven
las ideologías políticas totalitarias (comunismo o socialismo radical, nazismo y fascis-
mo). Se adopta una falsa retórica con la promesa de un nuevo cielo para el hombre
en el que vivirá mejor sin preocuparse por la verdad ni por la realidad de las cosas.
El Estado Populista latinoamericano abreva en esas fuentes y, al igual que en
ellas, no se ocupa del problema de la verdad, a la que oculta o disfraza, cuando no
emplea directamente la mentira, a través de una práctica constante que se vuelca en
los actos públicos y en el relato oficial.
De ese modo, retórica moderna y praxis se identifican en el Estado Populista.
El par tido hegemónico que lo conduce jamás reconoce errores ni rectifica las men-
tiras del relato oficial, que llega hasta hacerles creer a quienes son cada día más
pobres que han mejorado sus condiciones de vida con la distribución demagógica
de bienes y obsequios, junto al reparto indiscriminado de subsidios que d esalientan
la cultura del trabajo y promueven la corrupción, entre otras gra ves consecuencias,
en el Estado y en la sociedad.
El Estado de Derecho, en sus diferentes versiones evolutivas que abarcan des-
de el Estado Liberal hasta el Estad o S ocial y D emocrático de Derecho o, mejor
dicho, el Estado Subsidiario o de Justicia, se encuentra en las antípodas del Estado
Populista, y si bien no es totalmente inmune a determinadas prácticas populistas,
puede llegar a rectificarlas en aras del bien común.
Porque el objeto de la retórica en el Estado de Derecho es diferente. Se apoya
en una serie de principios o axiomas que hacen a la llamada civilización occidental
que, a grandes rasgos, estriban en la realización de la democracia representativa 174,
174 Aunque actua lmente también se introd ucen otras concepci ones (como la democrac ia
deliberativ a) que parecen contradec ir el principio representati vo, bas e fundamen tal de
nuestra forma de gobierno (art. 1, C.N.), véase: ELSTER, Jon (comp.), La democracia deliberativa,
reimpresión, Gedisa, Barcelona, 2 013, pp. 13 y ss. Esta t eoría, sosteni da por pensadores
políticos norteamericanos no marxistas, ha prendido también en el posmarxismo.
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