Primera parte: El derecho abstracto (§§ 34 al 104)
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PRIMERA PARTE
El derecho abstracto
§ 34. En su concepto abstracto, la voluntad libre en y por sí está en la deter-
minación de la inmediatez. De acuerdo con ella es la realidad efectiva que se com-
porta de modo negativo frente a lo real y que se reere a sí misma de manera solo
abstracta, es la voluntad en sí misma individual de un sujeto. Según el momento de
la particularidad de la voluntad, tiene un contenido ulterior constituido por nes
determinados y, en cuanto este contenido es exclusivamente individual, lo tiene al
mismo tiempo ante ella como un mundo exterior, inmediatamente dado.
§ 35. La universalidad de esta voluntad libre por sí es formal, es la simple rela-
ción consigo en su individualidad, relación autoconsciente, pero carente de conte-
nido. De este modo el sujeto es persona. En el concepto de personalidad se expresa
que yo, en cuanto este, soy nito y perfectamente determinado en todos los aspectos
(tanto en lo que respecta al arbitrio interior, instintos y deseos, como en lo que hace
a la existencia exterior inmediata), y, a pesar de ello, libre en relación conmigo mis-
mo que, de esta manera, me sé en la nitud como innito, universal y libre.
Obs. La personalidad comienza cuando el sujeto tiene conciencia de sí no me-
ramente como algo concreto, determinado de alguna manera, sino como yo abs-
tracto, en el cual toda limitación y validez concreta es negada y carece de valor. En
la personalidad está, por lo tanto, el saber de sí como objeto, pero como objeto que
ha sido elevado por el pensamiento a la simple innitud y es por ello puramente
idéntico consigo mismo. Los individuos y los pueblos no tienen aún personalidad si
no han llegado a este pensamiento puro y a este saber de sí. El espíritu existente en
y por sí se distingue del espíritu fenoménico en que, en la misma determinación en
que este es solo autoconciencia —es decir conciencia de sí, pero solo según la voluntad
natural y sus contraposiciones aún exteriores (Fenomenología del espíritu, Bambergy
Würzburg, 1807, pág. 101, y Enciclopedia de las ciencias losócas, § 34424)—, el espíri-
tu, como yo abstracto y en realidad libre, se tiene como objeto y n, y es así persona.
Agregado. La voluntad existente por sí o abstracta es la persona. Lo más eleva-
do del hombre es ser persona, a pesar de lo cual la mera abstracción de la persona
24 Fenomenología, ed. cit., págs. 107 y sigs. Enciclopedia, 3.ª ed., § 424.
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