Prefacio a la cuarta edición en inglés
| Autor | Frederick A. Mann |
| Páginas | 11-12 |
11
ÍNDICE
PREFACIO A LA CUARTA EDICIÓN EN INGLÉS
Studeamus ergo nec desidie nostrae praetendamus alienam. Sunt qui audiant, sunt qui
legant, nos modo dignum aliquid auribus dignum chartis elaboremus.
PLINIO iv. 16.
[Realicemos nuestros estudios en lugar de hacer de la ociosidad de otros el
pretexto de la nuestra. Siempre hay quienes escuchan y quienes leen. A noso-
tros nos toca trabajar por lo que valga la pena de ser leído o impreso].
Desde la publicación de la tercera edición en 1971, ciertos cambios radicales
han transformado el derecho monetario: la inflación que depreció el poder de
compra interno de la libra en más de 70 % entre 1971 y 1981, lo que hizo nece-
saria la reorganización y ampliación de la primera parte de este libro; el aumen-
to del material comparado, debido en gran medida a la existencia universal de la
inflación (durante el decenio mencionado, el poder de compra del dólar norte-
americano bajó más de 50 %, mientras que el del marco alemán bajó más de 65
%); la incapacidad de los economistas monetarios para ponerse de acuerdo sobre
las causas de nuestros males económicos o sobre un remedio para ellos, o aun
para describir los problemas en términos de aceptable sencillez, como lo requie-
ren las palabras sabias y proféticas de sir Winston Churchill que sirvieron de
lema al Prefacio de la tercera edición; el derrumbe del sistema de valores paritarios
del Fondo Monetario Internacional en 1971, la consiguiente flotación de las mo-
nedas, incluida la libra esterlina, y la ausencia de un sistema monetario interna-
cional efectivo; la desmonetización del oro, cuyo precio comercial llegó a multi-
plicarse por veinte; la creación del Sistema Monetario Europeo; el surgimiento de
cláusulas de canasta tales como la uce y el Derecho Especial de Giro (aunque, en
otro sentido, la primera se usa como unidad de cuenta y el segundo tiene tam-
bién la función de proveer facilidades de crédito intergubernamental); la vasta
expansión de las «euromonedas»; la abolición del control de cambio en Gran
Bretaña, apenas treinta y cinco años después de la terminación de la guerra (dado
que se realizó por consenso general, más bien que por una abrogación de la
legislación, pareció conveniente la conservación del capítulo XIII, sobre todo por-
que todavía parece ser el único intento existente de un análisis racional y siste-
mático de la Ley); la sensacional decisión de la Cámara de los Lores en Miliangos
v. George Frank (Textiles) Ltd. [1976], A. C. 443, provocada por un paso igualmente
sensacional —pero sugerido en el Prefacio de 1970— dado por la Corte de Ape-
lación de Lord Denning en Schorsch Meier G. m. b. H. v. Hennin [1975], Q. B. 416,
y el cambio total, largamente aconsejado en este libro, que causó a todo el dere-
cho inglés sobre las obligaciones monetarias extranjeras. Estoy consciente de la
buena fortuna que me permitió preparar una cuarta edición, la que sin cambiar el
carácter, el propósito y el alcance generales del libro, descritos en los Prefacios
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba