Positivismo lógico, lógica formal y semiótica - Positivismo lógico e investigación lógico-jurídica - Marxismo y positivismo lógico. Sus dimensiones jurídicas - Libros y Revistas - VLEX 976305050

Positivismo lógico, lógica formal y semiótica

AutorAntonio Hernández Gil
Cargo del AutorProfesor de la Universidad Complutense de Madrid (España)
Páginas57-82
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I
POSITIVISMO LÓGICO, LÓGICA
FORMAL Y SEMIOTICA
1. Positivismo lógico y análisis del lenguaje; caracteres, delimitación
y difusión
El positivismo lógico considerado en su conjunto —es decir, sin
excluir sus ramicaciones y conexiones— es un amplio movimiento que
reeja, al mismo tiempo, el decaimiento de los temas metafísicos de la
losofía —e incluso de la losofía misma— y la búsqueda de un saber
cientíco, comprensivo y universal, que excluye el clásico saber losóco
o le absorbe. En cuanto positivismo, parte del dato empírico y postula
un empirismo radical: todos los conocimientos acerca de la realidad pro-
ceden de la percepción sensible y de la introspección. En cuanto lógico,
se muestra preocupado del rigor instrumental y argumental, en el que
ocupa un primer plano el análisis del lenguaje. Aunque los positivistas
lógicos reputan factor esencial de su propia doctrina el «análisis del len-
guaje», este tipo de investigación losóca no le acapara por modo ex-
clusivo el positivismo lógico. Ferrater Mora escribe muy resueltamente:
«Los positivistas lógicos practicaron por lo general el ‘análisis losóco’
—o el ‘Análisis’—. Ello no quiere decir que el positivismo lógico y el aná-
lisis losóco sean lo mismo. En rigor, el tablado losóco contemporá-
neo pululaba con lósofos analíticos antes de que los positivistas lógicos
lo invadieran. Por si fuera poco, muchos analistas siguen activos ahora
que los positivistas lógicos ya han pasado a la historia —a una, por lo de-
más, muy reciente historia—. El ‘análisis losóco’ o ‘el Análisis’ es una
caudalosa corriente que ningún pensador o ninguna escuela puede apro-
piarse exclusivamente. Junto a los positivistas lógicos hay, o ha habido,
los atomistas lógicos, los russelianos, los moorianos, los wittgensteianos,
los analistas cantabrigenses, los analistas oxonienses, los formalistas, los
Antonio Hernández Gil
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cultivadores de la llamada ‘losofía del lenguaje corriente’ y otros gru-
pos incontrolables»82.
El mismo autor, si bien no admite la absorción de la losofía analíti-
ca por el positivismo lógico, comprende la dicultad de denir el análisis
del mismo modo que se denen o describen otras escuelas, «por ser una
práctica más que una doctrina». Por n, se decide a proclamar lo siguiente:
«Solo por razones de comodidad diremos que el Análisis es una actividad
claricadora o esclarecedora ejercida sobre el único lema que todos los -
lósofos analíticos están dispuestos a poner en el tapete: el lenguaje... Los
lósofos analíticos, en cuanto lósofos, no se interesan grandemente por el
mundo. Pero se interesan, y hasta a veces se apasionan, por los modos como
se habla, o puede hablarse, acerca de él»83. Bochenski, que suscita el mismo
problema, no es, sin embargo, tan concluyente como Ferrater Mora. Escribe
Bochenski: «Según ciertas escuelas losócas, verbigracia, el positivismo
lógico, la lógica y el análisis del lenguaje son una misma cosa. Aunque no
mantenemos este punto de vista extremo, creemos que no siempre es fácil
distinguir los dos campos. Ya Aristóteles incluyó su semiótica (los cinco
primeros capítulos del tratado De la Enunciación) en la lógica. La diferen-
ciación de ambas, desde un punto de vista metodológico y al margen de
toda actitud losóca supuesta, será siempre arbitraria y bastante relati-
va»84. Todavía menos exigente en los afanes diferenciadores es Francisco
Larroyo85, agudo expositor del positivismo lógico, respecto del cual dice
que «el punto de partida es el movimiento de la crítica de la ciencia ini-
ciado a la vuelta del siglo por H. Poincaré y E. Mach»86. Tras esta corrien-
te —continúa— llamada positivismo, cuatro momentos vienen a darle su
actual estructura: la losofía de Bertrand Russell, en particular su concepto
del atomismo lógico; el análisis losóco del lenguaje de L. Wittgenstein,
contenido en el Tractatus logico-philosophicus87; el «Círculo de Viena» creado
82 Cfr. ferrAter MorA, La losofía en el mundo de hoy, 1963, páginas 75-76.
83 Cfr. ferrAter MorA, ob. cit., págs. 77-78.
84 Cfr. BocHenski, Los métodos actuales del pensamiento, trad. esp. de Drudis Bal-
drich, 1962, pág. 70; y La losofía actual, trad. esp., Fondo de Cultura Económi-
ca, 1969, pág. 74.
85 Cfr. frAncisco lArroyo, El positivismo lógico, ed. Porrúa, México, 1968.
86 De MAcH son estas famosas palabras: “No h ay una losof ía de Mach, sino
todo lo más, una metodología cientí ca.
87 Hay trad. esp. de Tierno Galván, ed. Revista de Occidente, 1957. Solo el llama-
do “primer Wittgenstein” es incluible en esta te ndencia.

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