El frenético y oscilante 2016 de la Roja terminó con saldo a favor - 26 de Diciembre de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 656177773

El frenético y oscilante 2016 de la Roja terminó con saldo a favor

Tras la negativa de Marcelo Bielsa, la llegada de Juan Antonio Pizzi a Juan Pinto Durán, procedente del León azteca, generó curiosidad. La tentación de erradicar toda huella del "sampaolismo" era grande, pero "Macanudo" operó con cuidado, tratando de que su transición no incomodara a los caudillos del vestuario. "Los últimos procesos estuvieron marcados por el protagonismo e intentaremos seguir con eso", aseguró el nuevo coach.

La primera pasada del nuevo ciclo -derrota ante Argentina y triunfo en Venezuela-, dejó un saldo correcto. Los ruidos vinieron después, cuando se prescindió de Jorge Valdivia para la Copa América Centenario. Sus compañeros pidieron al "Mago", pero Pizzi se mantuvo impertérrito. Tres derrotas en línea, ante Jamaica, México -aunque con un nivel altísimo de la Roja en el revés frente al "Tri" en un ensayo disputado en San Diego- y otra vez el equipo trasandino, subieron el murmullo sobre la idoneidad del ex ariete. "No hay que encender las alarmas, vamos a mejorar", repetía Pizzi en un discurso distante y frágil.

Chile dio un golpe de autoridad en cuartos del torneo estadounidense, cuando destrozó a México con un 7-0 inolvidable, plagado de rendimientos individuales y colectivos perfectos. El equipo era casi el mismo que armó Sampaoli, salvo la titularidad de José Pedro Fuenzalida, un acierto del nuevo estratega. "Bielsa les imprimió eso de ganar en todos lados, y les quedó en la cabeza. En eso ya no retrocederán", decía Marcelo Trobbiani, mundialista de Argentina en 1986, previo a la final que catapultaría a la Roja a un inédito bicampeonato continental.

Blindado por la gloria, el equipo entró en una confusión dialéctica al reinsertarse en la clasificatoria a Rusia 2018. "Hay que seguir demostrando por qué ganamos dos copas (América) seguidas. Para mí somos la selección más grande del mundo", avisó Arturo Vidal. Fue la mecha necesaria para agigantar a paraguayos y bolivianos, que le arrebataron los puntos de septiembre.

El descalabro de Quito agregó más incomodidad, pero el propio "Celia" solucionó el entuerto cuando marcó dos veces ante Perú en Ñuñoa (2-1), actuación que abrió el debate sobre si el volante del Bayern Munich ya tenía los méritos para ubicarse como el mejor futbolista chileno de toda la historia.

Los dos puntos entregados por secretaría, gentileza de la FIFA, correspondiente al empate ante Bolivia en Macul, y los buenos partidos en Colombia y con Uruguay en Nuñoa entonaron un año oscilante, de vaivenes...

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