El estado fiscal americano: aspectos relevantes
| Autor | Louis Eisenstein |
| Páginas | 28-55 |
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JUAN J. FERNANDEZ CAÍNZOS
C. EL ESTADO FISCAL AMERICANO:
ASPECTOS RELEVANTES
La historia de la nación norteamericana, como tal, comienza realmente
con la vieja cuestión tributaria. Su propio despegue está profundamente
marcadlo por el impulso fiscal. Dicha historia se puede caracterizar, particu-
larmente, por dos hechos que, en la actualidad, han vuelto a ser protagonistas
destacados de la vida político-financiera norteamericana, Por un lado, una
serie convulsa de movimientos de contestación fiscal (rebeliones, revueltas,
protestas), por otro, el importante papel desempeñado por la Constitución,
como expresión fundamental del pacto social, en la política de gastos e ingre-
sos públicos. Junto a estos hechos, merecen resaltarse, a mi entender, otros
dos: la política fiscal difundida en los Estados Unidos a partir del New Deal
y la aceptación del keynesianismo, de su doctrina y de sus líneas de acción
político-económicas, así coma el conjunto de cuestiones que, tanto en el orden
práctico como científico, se han formulado en torno a la llamada crisis fiscal en
el transcurso de la década de los setenta. Este elenco de problemas enmarca, a
mi juicio adecuadamente, el ámbito teórico e histórico en que se desarrolla la
trama de la obra de Eisenstein. Su consideración detenida servirá para com-
prender mejor la evolución y transformaciones acontecidas en la historia de la
Hacienda Pública americana y contribuid así a conocer mejor y definir con
mayor seguridad el proceso político de la imposición que se describe y analiza
en este libro.
El primero de los aspectos reseñados ha merecido, en nuestros días, una
notable atención. Un amplio movimiento de revuelta fiscal iniciado con oca-
sión de plantearse en 1978, en el estado de California, el debate en torno a la
Proposición 13 relativa a la reducción del impuesto sobre la propiedad, de tan
profunda raigambre en la historia fiscal americana, ha sido el principal foco
de atención. Sin embargo, éste no fue, pese al interés despertado, un hecho
aislado. Había venido precedido desde los años sesenta por una larga serie de
protestas y revueltas relacionadas con aspectos financieros tan dispares como
el sistema de financiación de las escuelas públicas, el trato otorgado a las
ganancias de capital, las exenciones tributarias, etcétera. Todo ello encuadra-
do en un vasto frente de luchas reivindicativas cuya manifestación más cono-
cida fue el movimiento radical americano. No puede, pues, interpretarse en sí
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EL ESTADO FISCAL, LAS IDEOLOGÍAS Y LA HACIENDA PÚBLICA
mismo, aisladamente. La propia relación de la crisis fiscal con las revueltas de
este tipo obliga a otra clase de consideraciones.
Los Estados Unidos de América celebraron, su bicentenario nacional con
un fenómeno cuya repercusión traía a la memoria colectiva los hechos vividos
par los primitivos colonos americanos y el viejo Boston Tea Party antes de la
Declaración de Independencia de 1776. En efecto, la lucha de los colonos
contra el sistema colonial inglés bajo la bandera del Boston Tea Party ha sido
rememorada, en nuestros días, por algunos autores (38) resaltando la simili-
tud existente entre aquel movimiento de protesta y la reciente actitud ante la
Proposición 13. Incluso se ha hablado, a mí juicio muy impropiamente, de un
auténtico «renacimiento» así como del «inicio de una nueva revolución», Dada
la trascendencia de estos hechos para la historia impositiva norteamericana
he querido referirme e ellos en primer lugar, en el marco de nuestro análisis
global de su evolución y transformaciones hasta llegar a la problemática más
reciente de su Estado fiscal. Pero hay una razón más.
La imposición, como proceso político, promueve dos tipos de actitudes
en los individuos: una, que opera sobre le propia oferta política de resultados
legislativos, vía Congreso (lobbies, grupos de presión, etc.), y otra, que desem-
boca, velada o abiertamente, en la resistencia fiscal (evasión o revuelta). Dada
su estrecha relación fáctica por ejemplo, a través del manejo de información
sobre el proceso tributario— y su visible disociación, en la mayor parte de las
ocasiones (39), no me parece sobrado hacer esta referencia complementaria al
estudio del proceso de la oferta legal en materia da impuestos que Eisenstein
nos ofrece. Por su parte, además, la revuelta fiscal significa la negativa a suje-
tarse a la ley fiscal y, por consiguiente un rechazo del presupuesto implícito
básico a la teoría del vínculo contractual, la sujeción voluntaria a la ley. Como
consecuencia, se vislumbra claramente la relación que existe entre revuelta
fiscal y contrato social y, consiguientemente, la vinculación entre la primera y
la Constitución.
El segundo aspecto reseña la inusitada promoción que, en fechas recien-
tes, viene experimentando la idea da la revisión constitucional con la preten-
sión de fijar límites más estrictos al poder tributario y de gasto de gobierno y
Parlamento en los Estados Unidos. No se trata sólo de constatar aquí el hecho
cierto de la importancia que la Constitución y sus mecanismos de revisión
adquieren en la vida cotidiana de ese país, así como sus notables peculiarida-
des, sirio de insistir en la palpable conexión existente entre la idea básica de
contrato social y la discusión de sus límites en el orden financiero. No debe
olvidarse que, de acuerdo con Myrdal, «la idea de un contrato social, ya sea
como un hecho histórico o como una ficción, ha influido decisivamente en la
(38) Shapino, Ferry; Puryear, David, y Rosa, John, «Tax and Expenditure limitation in retrospect and
in Prospect», National Tax Journal, vol. XXXII, núm. 2, june 1979, págs. 1-10.
(39) Sobre las variaciones en torno a la llamada «huelga del impuesto», ver Ludwig, Robert, «La greve
de l’imput», Revue de Science Financiere, núm. 4, octubre-diciembre 1973, págs. 671 y ss.
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