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Los derechos públicos y la ley

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Vincent
Páginas51-58
51
LOS DERECHOS PÚBLICOS Y LAS CONSTITUCIONES MODERNAS
V
LOS DERECHOS PÚBLICOS Y LA LEY
La libertad y su tutela jurídica.— Carácter de una ley reguladora de los
derechos individuales.— Legislación italiana.
Hemos visto que los derechos públicos o de libertad, compenetrados con
la conciencia jurídica moderna, no tienen ya necesidad de una explícita decla-
ración constitucional para que el ciudadano pueda atribuirse su ejercicio. Esto
no obstante procederá con mayor o menor seguridad en su desarrollo según la
diferente naturaleza de la relación jurídica que se vendrá estableciendo entre
el ciudadano y los Poderes públicos.
Si el Estado, aunque no pudiendo prohibir el ejercicio de una manifesta-
ción cualquiera de la libertad, no ha acudido a disciplinarla c on apropiadas
normas legislativas, sin duda tal libertad está expuesta a las arbitrariedades
del Poder ejecutivo, o por lo menos la disposición de éste en las relaciones con
aquella variará al cambiar las te ndencias que alternan en la gobernación del
Estado.
Así, por ejemplo, faltando una ley reguladora de la libertad de imprenta,
el Gobierno podría estorbar o directamente suprimir la publicación de un dia-
rio, fundando su providencia en motivos de orden público.
En tales condiciones, es decir, cuando la rela ción entre la libertad y la
autoridad está constituida por el poder discrecional de ésta, la única institu-
ción que puede intervenir en defensa del derecho violado es la fiscalización
parlamentaria. Pero es una institución cuyo carácter político no puede con-
traponerse con eficacia segura a una lesión de carácter jurídico. Por otra parte,
faltan, en tales condiciones, dos coeficientes necesarios para una efectiva rein-
tegración del derecho violado: la condena del culpable, y el resarcimiento del
daño.
A lo que se añade que en el ejercicio de la fiscalización parlamentaria no
es la parte lesionada la que obra para obtener justicia, esto es, que ejercita
personalmente un derecho propio; sino que es el Parlamento, en la persona de
uno de sus miembros, que cual órgano destinado, entre otras cosas, a vigilar la
actividad del Gobierno, pide cuenta a éste del uso que ha hecho de su poder
discrecional en sus relaciones con la libertad.

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