El derecho como orden cósmico
| Autor | Alfred Verdross |
| Cargo del Autor | Profesor de la Universidad de Viena (Austria) |
| Páginas | 24-30 |
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ALFRED VERDROSS
II. EL DERECHO COMO ORDEN CÓSMICO
A la filosofía mitológica del derech o se opusieron vari as corrientes ideológic as que, no
obstante ciertas divergencia s, poseen algunos puntos coincidentes: todas ellas rechazan la s
figuras de la mitología, arrojando sus miradas más allá del mundo de las apariencias, y, merced
a un proceso mental int uitivo, intentan descubrir el o rden oculto del universo. También les es
común el hecho infortunado de que únic amente se conservan de ellas unos cuantos aforismos;
y como estos fragmentos son basta nte oscuros, existe una viva controver sia respecto de su
significado.
§ 1. La idea de Cosmos (Anaximandro)
Se conocen únicamente dos pasajes de Anaximandro de Mileto (610-546 a. C.): el primero
de el los trata del origen de todas las cosas, 1 que según el filósofo provie nen de lo infinito
(τειρον), en tanto la segunda sentencia nos enseña que Dike pertenece a la esencia de todas ellas,
«las que recíprocamente se deben penitencia y reparación por su injusticia según el orden del
tiempo». En este pasaje encontramos que el derecho no solamente envuelve la vida del hombre,
como en Hesíodo y en So lón, sino que es, esencialmente, un a ley cósmica; el afori smo de
Anaximandro significa que no únicamente en el Estado, sino también en la totalidad del reino del
ser hay una ley jurídica inmanente.2La circunstancia de que el acto injusto vaya seguido de una
sanción jurídica, no es una peculiarid ad del orden jurídico válido para la vida en común de los
hombres, sino q ue es una ley de t odo lo existente. En el fondo de este aforismo late una
concepción unitaria del ser.
Pero debemos pregunt ar: ¿no pasa por alto Anaximandro la distinción entre ley natu ral y
ley jurídica, que ya había sido reconocida por Hesí odo? La aspiración hacia la uni dad ¿no ha
borrado la distinción?
§ 2. El espíritu del m undo (Xenófanes y Anaxágoras )
Xenófanes, el rapsoda trotamundos, nacido en 565 a. C. en Kolophón, Lidia, intentó, igual
que Anaximandro, logicizar el mito, a cuyo efecto concibió a dios como espíritu, según lo revela
la siguiente poesía:
Hay un dios supremo sobre los dioses y los hombres,
no es comparable a los mortales en figura, sino en pensamiento.
Su ser es to do ojos, oídos y pe nsamiento.
... infatigablemente mueve al to do con el poder de su espíritu. 3
En armonía con este pensamien to, la sabiduría es colocada en el vértice del Est ado; y así
como el es píritu divino actú a sobre la natu raleza, así también la sabiduría crea el orden y el
1ρχtπάντ ων.
2JAEGER,Die Theologie der frühen griechi schen De nker (1953), p. 47.
3Según la versión de NESTLE,Obr a citada, p. 90.
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