Vi la puerta de un dormitorio parcialmente abierta - Michael Hardwick contra Michael Bowers - El coraje de sus convicciones. Dieciséis norteamericanos que lucharon para llegar a la Corte Suprema - Libros y Revistas - VLEX 976574390

Vi la puerta de un dormitorio parcialmente abierta

AutorPeter Irons
Cargo del AutorProfesor emérito de Ciencias Políticas en la Universidad de California
Páginas333-341
333
EL CORAJE DE SUS CONVICCIONES
I
VI LA PUERTA DE UN DORMITORIO
PARCIALMENTE ABIERTA
En las primeras horas de la mañana del 3 de agosto de 1982, el oficial de
policía K.R. Torick ingresó en la vivienda de Michael Hardwick, ubicada en al
barrio de Virginia Highland de Atlanta, Georgia. Torick tenía en su poder una
orden judicial para arrestar a Hardwick por no haberse presentado ante los tribuna-
les en relación a los cargos de consumo de alcohol en la vía pública. Varias semanas
antes, Torick le había hecho una boleta a Michael, cuando éste se encontraba fuera
del bar donde trabajaba, por tener una botella de cerveza abierta. En su informe
especial, Torick declaró más tarde que cuando llegó a la casa de Hardwick con la
orden de arresto, uno de los compañeros con quien Michael vivía acudió a la puerta
y le permitió entrar. «Me dijo que no sabía si Hardwick se encontraba en casa pero
me permitió pasar para que yo mismo lo buscara. Mientras caminaba por un corre-
dor que me conducía al interior de la casa, vi la puerta de una habitación parcial-
mente abierta». Torick ingresó en la habitación y arrestó a Michael y a su compañe-
ro por haber violado la ley de sodomía del estado de Georgia.
Mientras Michael y su amigo se vestían, el oficial Torick inspeccionó la habi-
tación y encontró una pequeña cantidad de marihuana, que confiscó. Tras esposar a
sus prisioneros, Torick los condujo a la central de policía, donde se los fichó, se los
fotografió y se les tomó sus huellas dactilares. Luego, unos oficiales empujaron a
Michael y a su amigo hacia el interior de una celda, mientras les informaban en
términos gráficos a los guardias de los cargos contra los dos homosexuales. Trans-
currieron la mayor parte del día tras las rejas, antes de que se permitiera a sus
amigos que pagaran la fianza que les devolvió la libertad. Torick nunca notificó a
Hardwick de la orden judicial: Michael había comparecido frente a los tribunales
tres semanas antes y había pagado una multa de 50 dólares por el cargo de beber
alcohol en público, lo que había dejado sin efecto la citada orden.
Poco después de su arresto por sodomía, Michael aceptó la propuesta que le
había efectuado la filial en Georgia de la ACLU, que consistía en iniciar un juicio de
recusación de la ley a fin de poner a prueba su validez. Michael comprendió el
riesgo que implicaba realizar este esfuerzo. La condena por el delito de sodomía
acarreaba un máximo de veinte años de prisión. De tal manera, un artista homo-
sexual con educación universitaria como Michael podía ser enterrado en las prisio-
nes de Georgia en virtud de las profundas necedades humanas. Michael también
asumió el riesgo de una publicidad inoportuna; -sus abogados no podían garanti-
zarle que lograrían mantener su rostro lejos de las cámaras de televisión y su
nombre fuera de los periódicos-. Luego de su primer encuentro con el oficial Torick,

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR