Tres aventureras que marcan rumbos - 8 de Mayo de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 903028630

Tres aventureras que marcan rumbos

Millaray BriceñoCAPITANA DE MAR Y TIERRALa capitana Millaray Briceño (30) jamás imaginó que su estadía en la isla Robinson Crusoe, en 2017, la llevaría más tarde a recorrer las aguas de Indonesia, Australia o Tailandia en solitario. Pero un llamado cambió su vida.Sucedió rápido como una sorpresa, cuando el dueño del Kawéskar, un velero de 47 pies y cuatro habitaciones (muy parecido a un catamarán), la contactó para capitanear su embarcación durante varios viajes por Australia y a lo largo del Sudeste Asiático. Era la oportunidad que estaba esperando."Los barcos no se pueden dejar botados ya que necesitan mantención constante e idealmente deberían estar siempre navegando para no oxidarse", dice Millaray, quien explica que por esa razón llegó esta propuesta en cuanto el anterior capitán del Kawéskar renunció.Desde entonces su vida ha transcurrido en el agua. Navegando, arreglando el barco, encontrando soluciones para hallar repuestos en distintos puertos, capitaneando a sueldo para una familia que solo usaba esta embarcación durante sus vacaciones, cuando eligen qué aguas recorrer y se embarcan durante un mes, para finalmente regresar a Chile.Así transcurrían los días de Millaray desde 2017 (cuando solo tenía 25 años) a 2019, período en el que recorría zonas que muchos conocedores catalogan como amenazantes, como son las aguas frente a las costas de Indonesia, Borneo, Singapur, Malasia o Papúa, en solitario."Algunos sitios que visité eran muy peligrosos para una mujer sola. Pero yo tomaba precauciones. Anclaba mi bote lejos de la gente, lejos del puerto. Nunca daba demasiada información e inventaba un marido cuando me preguntaban cualquier cosa. Les decía que él había salido a comprar o que estaba en la playa, porque ser blanca en algunas partes aumenta el peligro", recuerda, para luego añadir que, pese a lo vulnerable que suena navegar sola por alguno de estos países, lo volvería a hacer mil veces."Siempre soñé con navegar por todos los mares", dice Millaray. Y gracias a los viajes en el Kawéskar, pudo conocer sitios como Papúa Nueva Guinea, y los territorios indonesios de Raja Ampat, el archipiélago de Sorong, Kupang (en la provincia indonesia de Papúa Occidental) y la isla de Flores. Fue también al Comodo National Park (donde viven los dragones de Comodo, esos reptiles gigantes, muy flojos y venenosos), Sulawesi, Halmahera, Bali y Borneo, "donde hay unos orangutanes preciosos. En estas aguas además habita un universo sorprendente, donde pude ver mantarrayas, tiburones, tortugas, caballitos pigmeos y hermosos corales al bucear", añade Millaray, que es de Santiago, y que llegó al mundo de la navegación de manera insospechada.Mientras estudiaba ecoturismo en la Universidad San Sebastián, se decidió por enfocarse en las disciplinas acuáticas. Es decir, en actividades como kayak, pesca o buceo. Era la primera vez que se impartía esta especialidad en la carrera, y ella nunca había subido a un bote en su vida. Pero siguió."La navegación es un mundo muy hostil. Hay mucho desconocimiento, y los marinos son muy celosos de su espacio. Sin contar con el machismo que existe. Pero me considero muy afortunada porque pude encontrar lo que más me gusta en la vida", dice. Luego cuenta que apenas se subió a un barco, se enamoró...

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