Las tensiones en las derechas a los ojos de sus intelectuales
-Ante la irrupción de republicanos, ¿la centroderecha debe marcar la diferencia?-Me parece que la centroderecha tiene al menos dos tareas por delante. Primero, reforzar su compromiso con el éxito del proceso constitucional, porque así lo exige la palabra empeñada para la exitosa campaña por el Rechazo y porque se trata de una oportunidad única de favorecer la gobernabilidad y la estabilidad política. Y, segundo, Chile Vamos debe intentar formular una autocrítica dolorosa pero indispensable: ¿por qué el país y la coalición se encuentran en el estado en el que están hoy, luego de que la centroderecha gobernara ocho de los últimos 13 años? En su minuto la Concertación esquivó ese tipo de preguntas y ya sabemos cómo terminó.-¿El desorden en la centroderecha ha impactado en su legitimidad?-Ciertamente a Chile Vamos le pasaron la cuenta el comportamiento de muchos parlamentarios en temas como los retiros de fondos previsionales y otras disputas en las cuales se impuso el desorden interno. Pero eso, nuevamente, exige volver la mirada a los claroscuros del gobierno del expresidente Piñera, y también a la fallida campaña presidencial de Sebastián Sichel. Si Kast y los republicanos están en la posición que tienen hoy, no es solo por la crisis de seguridad o por los problemas del Gobierno, sino también por el vacío que dejó la centroderecha. Chile Vamos, aunque sea ingrato, tiene que sacar lecciones de lo ocurrido en los últimos años.-¿Qué ideas debe impulsar Chile Vamos?-Chile Vamos debe articular un proyecto en materia de protección social. Hoy la coyuntura exige luchar contra la delincuencia y el narcotráfico, pero la centroderecha no debería olvidar que las familias chilenas anhelan seguridades en las distintas dimensiones de la vida. Chile Vamos debe distinguirse de las izquierdas, sin duda, pero tampoco quedarse en la mera reacción ante la coyuntura. ¿Cuál será su propuesta propia, su visión de Estado social, etc.?-¿Hay posibilidades de que ambas derechas trabajen juntas?-En materia constitucional sin duda, porque hay convicciones compartidas en muchos principios, derechos e instituciones fundamentales. Otra cosa será la política regular posterior al plebiscito de diciembre. Esa es una noticia en desarrollo, que depende en parte de cómo termine el proceso constitucional y en parte de cuáles sean las prioridades de los líderes de ambos grupos. Ciertamente podría darse una combinación virtuosa entre lo mejor de las distintas derechas, pero aún falta mucho.-Durante la campaña presidencial pasada, un grupo de pensadores de derecha planteó una derecha más reformista. ¿Sigue en pie esa tesis?-Me parece que sí. Bajo los gobiernos del expresidente Piñera, la centroderecha ganó poco y nada creyendo que el modo de conectar con las grandes mayorías era aceptar acríticamente la agenda progresista en diversos temas. Lo que sigue pendiente desde la última campaña presidencial en que se impuso la centroderecha es articular un proyecto propio en materia de protección social. Si realmente queremos un Estado al servicio de la sociedad y "empoderar a las madres y los padres" en su rol, se requiere una mirada más proactiva, una mirada que, sin traicionar la visión socioeconómica de la centroderecha, les ayude a cumplir su tarea en las distintas dimensiones de la vida."La derecha en nuestro país es más resiliente de lo que se creía"Pilar Hazbun, coordinadora de asuntos jurídicos y legislativos de LyD:-¿Cuál es la lectura que hace de los tipos de derecha que hay hoy?-No comparto la premisa de que hay distintos tipos de derecha. Prefiero hablar de distintas sensibilidades dentro de la derecha, una de corte más liberal, otra más conservadora, otra de vertiente más socialcristiana, por mencionar algunas, que por lo demás han existido históricamente. Lo importante es que estas sensibilidades han podido coexistir en torno a la defensa de principios y...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba