Tareas de lector - 24 de Julio de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 907939577

Tareas de lector

La actividad literaria de Pedro Lastra se despliega en distintos ámbitos y, simultáneamente, en todos ellos aparece marcada por una pareja calidad y tono, como si entre todos esos ámbitos se diera una comunicación tan poderosa como invisible. El término "polifacético" no parece suficiente para abarcar y dar cuenta justa de esa abundancia que evoca, quizás, al "polytropos" homérico, es decir, a la virtud de adoptar distintas clases de formas dentro de una identidad, de ir deslizándose suavemente de unas a otras sin dejar la anterior atrás y siempre teniendo a las otras alrededor de sí.Desde luego, en estos dos volúmenes sobresale, ante todo, el Pedro Lastra lector. Pero esa lectura de otros autores, cuya centralidad es manifiesta, no reposa en sí misma, sino que, generosamente, desborda hacia la necesidad de escribir sobre lo leído y a incitar y guiar a otros también a leer. La primera rama de este árbol se conecta con el ensayo y la conversación (la conversación-escrita, el género que cultiva, como bien lo indica Marcelo Pellegrini); la segunda rama, con la docencia y la conversación amical. Pero lo que se advierte en estos dos volúmenes es que Lastra, escritor de ensayos y de conversaciones, y Lastra docente está entrando y saliendo constantemente desde lo leído, que no abandona nunca sus lecturas, que leer es una suerte de peregrinación por ciertos autores y obras que se visitan una y otra vez, visitas que nutren de nuevas lecturas las antiguas, nuevas que, a su turno, espejean y enriquecen sus escrituras. No parece que Lastra lea para escribir; no parece que, pese a un rigor impecable, investigue sobre poesía para escribir: parece que la escritura fuese el rebalse de una lectura íntima y apasionada que, no obstante, da lugar a una escritura que dice mucho, pero lo que dice, lo dice con sinceros recaudos y cautelas.Esa peregrinación, como lo señala él mismo y se verifica en estos textos, es un camino de discreción. La lectura, este viaje incesante, es un viaje que se encuentra permanentemente reiniciándose puesto que el poema mismo no puede ser concebido como un objeto que escudriñar de modo definitivo. La poesía es para este autor un "prodigio de posibilidades" y su lectura es un viaje de apertura y cercanía, jamás de cerrazón.Esa actitud se trasmite a su escritura, la cual está siempre presente en el modo de una singular delicadeza que lo aleja por entero de lo sentencioso y conclusivo. La poesía semeja un territorio sin puerto...

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