El socialismo - 29 de Mayo de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 868513748

El socialismo

La diferencia central entre el liberalismo y el socialismo, explicó el intelectual francés Jean François Revel en su obra "La gran mascarada", es que el primero se desarrolla a partir de un conjunto de observaciones acerca de la realidad, intentando, a partir de su comprensión y reconociendo sus límites, crear una institucionalidad y cultura que genere prosperidad para los seres humanos. El socialismo, en cambio, es una ideología, es decir, "una construcción a priori elaborada antes y pese a los hechos y los derechos" y es, por tanto, "contraria a la ciencia, la filosofía y la religión", pues rechaza la idea de respeto por el ser humano propia de la moral, la de trascendencia que es consustancial a la religión y la realidad como fundamento de la acción que es la base de toda ciencia.Revel, quien fuera comunista por más de una década, llegaría a definir la ideología como una "funesta invención del lado negro de nuestra inteligencia", que no concibe que se le opongan objeciones más que en nombre de otra ideología. De ahí que los socialistas hablen del "neoliberalismo" o "liberalismo" como si se tratara de una construcción abstracta y a priori igual que el socialismo y no de una teoría que, como explicó Douglass North, se acerca a una mejor comprensión de la realidad y que genera, por esa razón, mejores resultados que el socialismo.Ese mismo desprecio por la realidad y por el ser humano concreto explica que las críticas del socialismo al liberalismo siempre se hagan comparando la utopía que supuestamente los socialistas son capaces de construir, con la realidad que los sistemas liberales existentes ofrecen. Buena parte de la fuerza en la narrativa de la izquierda viene precisamente del hecho de que la fantasía que promete siempre superará a la realidad imperfecta que pretende superar. La denuncia sistemática que hacen del sistema de mercado, por ejemplo, sigue este patrón utópico.En la sociedad comunista, argumentó Marx, no solo vamos a ser todos iguales conviviendo en un mundo de amor fraternal, sino que además van a "fluir a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva". Trotski, por su parte, prometería que "en la sociedad comunista el tipo humano promedio llegará a las alturas de un Aristóteles, un Goethe o un Marx". Es cosa entonces de aplicar el comunismo y las personas promedio tendrán el nivel intelectual de Aristóteles, las tensiones sociales dejarán de existir y la riqueza será casi infinita. ¿Cómo puede competir la sobria...

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