El sigiloso avance del tusi
Hace poco más de seis meses , a la urgencia de una clínica ubicada en la comuna de Las Condes, llegó Andrés, de 30 años, cuyo nombre fue cambiado para este reportaje. Llegó muy exaltado. Irritable. Con síntomas psicóticos. Sentía que lo querían perjudicar. Sentía que alguien quería hacerle daño. La sensación lo perseguía al punto de que intentó suicidarse consumiendo un mix de pastillas. Sus padres, con quienes vive, lo encontraron y llevaron al centro de salud.En la urgencia lo estabilizaron. Después le hicieron exámenes toxicológicos: los resultados detectaron tusi, conocido también como la cocaína rosa.Andrés admitió que llevaba un año consumiendo tusi frecuentemente, pero que comenzó como algo recreacional. En un inicio solo lo hacía cuando salía a fiestas y generalmente lo combinaba con alcohol. Sin embargo, las últimas semanas estaba consumiendo más de lo habitual y a veces lo hacía solo, por su propia cuenta. Reconoció, de hecho, que en una ocasión, destruido después de una noche de mucho alcohol, inhaló el polvo rosado para poder despertar e ir a trabajar.Andrés se desempeña en el mundo financiero, donde a pesar del bajo rendimiento que estaba teniendo por el consumo, había logrado mantenerse en su empleo. Sin embargo, la crisis e intento suicida lo obligaron a hacer una pausa y un quiebre radical. Tras llegar a la urgencia y ser desintoxicado, los médicos decidieron que habría que hospitalizarlo por tres semanas. El motivo: adicción al tusi.A nivel nacional, según cifras de la PDI, la incautación de tusi se triplicó en 2022. Si en 2021 se requisaron 4.497 gramos de tusi, el año pasado fueron 14.547 gramos. En la Región Metropolitana el crecimiento fue similar: en 2021 se incautaron 1.766 gramos y en 2022, 8.810. El aumento se vio reflejado también en comunas del sector oriente donde nunca antes se había incautado tusi, como La Reina y Lo Barnechea.-Se ha ido masificando en estos últimos años, principalmente en la zona centro de Santiago, pero ya se ha ido expandiendo a otras comunas rápidamente (...). La persona que vende, ahora con el tema del delivery, si le piden de Las Condes, va a esa comuna a dejar la droga. Son cosas que se dan -señala el comisario Gonzalo Santander, jefe de la Brigada investigadora de sustancias químicas controladas de la PDI.La manera en que llegan a estas comunas es generalmente a través del despacho, explica el comisario. A veces son personas que están inscritas en las plataformas de delivery o que están simulando ser pertenecientes a esas plataformas. Se coordinan con los compradores a través de aplicaciones como WhatsApp o Grinder y fijan un punto para juntarse en alguna plaza o parque.Explica el comisario Santander que el tusi que se consume en Chile comúnmente no es la molécula...
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