Prólogo del autor
| Autor | Filippo Manduca |
| Cargo del Autor | Ex juez de Italia |
| Páginas | 37-38 |
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PROCEDIMIENTO PENALY SU DESARROLLO CIENTÍFICO
PRÓLOGO DEL AUTOR
El Derecho, uno en su ser, en su razón ideal, penetra todos los elementos y
todas las formas de la vida manifestándose de distintos modos.
(PESSINA,Discursos).
Poderoso es el movimiento de la ciencia del Derecho en los tiempos en que
vivimos. No se circunscribe ya a la interpretación de los textos, sino que aspira al
descubrimiento de nuevas verdades jurídicas, de nuevos ideales sociales. No es la
ciencia del conocimiento de las leyes histórico-positivas: comprende el conocimien-
to de todas las leyes de la sociedad y de la vida humana, de la organización jurídi-
co-social, de la sociedad civil; no sol o estudia los hechos más generales y constantes
en los diversos aspectos de la vida social y las distintas manifestaciones de la vida
en general, sino todas las leyes especiales de cada particular aspecto de la vid a
social e internacional; para decirlo en una palabra, la ciencia del progreso continuo,
indefinido de la humanidad, de la evolución histórico-jurídico-social de la humani-
dad en todas sus fases sociológicas, biológicas, sociales.
La ciencia del Derecho tiene hoy una gran misión: la civilización de los pue-
blos, el movimiento progr esivo, continuo, infinito, fatal de los cuerpos sociales a
través de la dolorosa vía crucis de tantos errores y de tantas injusticias.
El movimiento evolucionista de la humanidad no tiene límites, no tiene con-
fines, no tiene flujos y reflujos, no tiene columna de Hércules. La in movilidad no es
ley de los Estados. Ne progrès ne s’adiève pas, il est indefini: il est incommensurable et
indefini, exclamaba Gambetta en su discurso del 15 de Febrero de 1866 en Belleville.
La ley de Spencer, el retardo en el curso de la evolución, como acontece en el
orden biológico, puede tener lugar también en el orden sociológico; pero no puede
ser más que una quietud transitoria: la ley de la evolución de la humanidad reanu-
dará su carrera sin fin. Las leyes del flujo y r eflujo de nuestro ilustre Vico, recorda-
das en estos últimos tiempos por Loria, han sido destruidas por los fundadores de
la evolución, Darwin y Spencer.
El darwinismo y el spencerianismo representando la historia de la humani-
dad por un continuo espiral, han demostrado que los flujos no son más que aparen-
tes retrocesos; que la humanidad camina, camina siempre adelante sin límite deter-
minado: la humanidad progresa siempre, porque todo es movimiento en e l cos-
mos. Ninguna institución jurídica, política, económica, internacional, social, tiene el
poder de resistir a la fuerza del tiempo. Todo se transforma y se desenvuelve.
Los muchos sistemas sociales con sus errores y sus verdades; los n uevos estu-
dios socio lógicos, biológi cos y antropológi cos; los nuevos siste mas relativos al
fenómeno patológico de la delincuencia y a las leyes de la vida jurídica, económica,
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