Prefacio
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PRÓLOGO
PREFACIO
España y América latina han demostrado desde hace tiempo un gran interés por la
ciencia de la criminología, en la que poseen eminentes investigadores. Los problemas de la
moderna Criminología y sus métodos d e trabajo son de obras conocidos en los p aíses de
habla española.
Por ello tal vez es dudoso que esta traducción de mi Criminología pueda proporcio-
nar a quienes la lean algo que no h aya sido dicho o escrito en su propio idioma. Pero como
mi apreciado colega de la Universidad de Barcelona, el Profesor Octavio Pérez-Vitoria, ha
considerado que la tr aducción estaba justificada, puedo abrigar la esperanza d e que tiene
algo que comunicar al público español.
Para mí, personalmente, representa una gran satisfacción y, ciertamente, un gran
honor poder entrar en más íntima relación con los estudiosos de España y de Sudamérica.
El conocimiento mutuo de las leyes penales vigentes, de los procedimientos judiciales y de
la literatura penal es muy pequeño en las partes del mun do de habla escandinava y espa-
ñola, y resultaría muy difícil lograr que aumentara. Pero la Criminología es más internacio-
nal y puede, incluso, preparar el cam ino para que se produzca una mayor concordancia
dentro del campo del Derecho penal.
Particularmente grato me resulta que, por medio de esta publicación, se contribuya a
demostrar hasta qué punto es intensa la investigación criminológica en los países escandi-
navos. Gran parte de la investigación a que me refiero merecería ser traducida a un len-
guaje universal, con preferencia a este mismo libro.
Una parte importante de la literatura criminológica y, de manera especial, sus más
famosas manifestaciones, adolece de una visión excesivamente unilateral o manifiesta una
tendencia demasiado restringida. La utilidad de la presente exposición debería estar en la
prudencia con que se juzga él valor de diferentes investigaciones, especialmente las que
pretenden dar una respuesta universal al problema de la causa del delito. He procurado
examinar de la manera más objetiva, imparcial y exenta de prejuicios que me ha sido posi-
ble, los factores que t ienen relaci ón con el delito y las tentativas que se han hecho para
determinar su importancia y fuerza recíproca. A mi juicio, ningún factor o grupo de facto-
res, biológicos o sociológicos, puede ser destacado para que predomine sobre los demás.
Cuanto más se estudia la Criminología, tanto más se percibe hasta qué punto s on
numerosos y complicados los hilos que enlazan la conducta criminal con las circunstancias
que influyen en que se manifieste. Más que resultados de importancia práctica inmediata
para evitar el delito y tratar a los delincuentes, las últimas investigaciones han ampliado su
propio campo de actuación. Cada día con más preferenc ia se atiende a la investigación de
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