Los mejores profesores enseñan trabajando con la comunidad y hasta usando códigos QR
Ubicado en una zona de alta vulnerabilidad en Bogotá, el colegio Gerardo Paredes de Colombia recibe a niños que constantemente se enfrentan a las pandillas del sector, al tráfico de drogas y a la violencia intrafamiliar. En 2010, Bermúdez llegó a trabajar ahí como profesor de Ciencias Sociales, pero al darse cuenta de los problemas de embarazo y acoso escolar que existían, su labor docente se expandió. En vez de solo enseñar lo que le exigía el currículum, el colombiano optó por instaurar un programa de educación sexual dentro de la escuela.
"Hay un módulo que se llama Cultura Machista, en el que se les enseña a los estudiantes a reconocer las causas históricas del machismo y la función social que este ha tenido en nuestra sociedad. A las niñas les enseñan desde muy pequeñas que deben ser sumisas y que están diseñadas para ser madres y esposas, por ejemplo. ¿Qué es lo que nosotros les enseñamos? Que hay otras formas de ser hombres y mujeres, que ellas no siempre tienen que ser mamás, que algunas deciden no ser esposas. Y lo mismo con los hombres: les decimos que son muchos quienes prefieren la vida hogareña o que pueden ser sensibles", comenta Bermúdez a "El Mercurio".
Desde el inicio del programa -que en principio causó resquemor entre los profesores más conservadores, pero que con el tiempo fue conquistándolos por sus buenos resultados-, los embarazos adolescentes en el colegio disminuyeron de 60 en el año 2013, a uno en 2017.
La preocupación por su comunidad, así como la alta eficacia de sus clases son dos de las razones por las que Luis Miguel Bermúdez fue seleccionado por la Fundación Varkey como uno de los 10 mejores profesores del mundo. La entidad es una que anualmente premia con un millón de dólares al mejor de los mejores, generando una preselección antes de dar a conocer a su ganador.
Este año, además del colombiano, otro latinoamericano está en competencia. Se trata del profesor Diego Mahfouz Faria, director de la escuela municipal Darcy Ribeiro de São Paulo, quien también se desempeña en una zona caracterizada por la pobreza. El primer día que pisó los pasillos de este establecimiento, el docente se encontró con un incendio causado a propósito en uno de los baños y recibió el contenido de un tarro de basura en su cara.
"Yo simplemente les dije (a los niños) que confiaba en ellos y que a pesar de los problemas, no los iba a abandonar", comenta Faria.
Su estrategia fue trabajar todos juntos en mejorar el aspecto del colegio, algo...
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