Indultos: la decisión más polémica -y repleta de 'desprolejidades'- del presidente Boric
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INDULTOS: LA DECISIÓN MÁS POLÉMICA -Y REPLETA DE
“DESPROLEJIDADES”- DEL PRESIDENTE BORIC
“Yo tengo la más profunda convicción de que en el juicio a Jorge Mateluna hubo irregularidades y
una valoración de la prueba que no estuvo a la altura de la justicia”, afirmó el Presidente Gabriel
Boric el pasado 30 de diciembre, justificando el indulto otorgado al ex frentista Jorge Mateluna.
Esto en el marco del cumplimiento de una de sus más antiguas y polémicas promesas de la prime-
ra vuelta de su campaña presidencial: conceder indulto a los llamados “presos de la revuelta”.
Al impulsar este indulto a 12 condenados por graves delitos durante el estallido social y con nutri-
do prontuario y añadir al ex frentista Jorge Mateluna, condenado por asalto a un banco, el Presi-
dente Boric desató un vendaval de consecuencias: abrió otro flanco en el área más débil de su
Gobierno, el combate a la delincuencia; protagonizó un conflicto con el Poder Judicial, que, a través
de una declaración pública hecha por la Corte Suprema, llamó al orden al Presidente y le señaló
que “la facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo
juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales”; provocó el despido de su jefe de gabinete; la
salida de la ahora ex ministra de Justicia contra quien ya se presentó una acusación constitucional;
la solicitud de información por parte de Contraloría y, por último, desató una soterrada molestia
de Socialismo Democrático. Pero tuvo réditos. El Presidente cosechó aplausos en Apruebo Digni-
dad, la izquierda más dura, compuesta por el Frente Amplio y el Partido Comunista que, pese a
todos los problemas acarreados por esta decisión -incluyendo el estudio de una posible acusación
constitucional contra el propio Presidente- ha dicho que a futuro se solicitará más indultos.
Rayando en lo incomprensible, el Presidente Boric justificó estos indultos, asegurando que “esos
jóvenes no son delincuentes” (pese a tener condenas por graves delitos) y que esta era una prome-
sa de campaña. Al parecer olvidó que en la segunda vuelta de la campaña Presidencial, en la cual
buscaba los votos de los sectores del centro político, hizo otra promesa: “No se puede indultar
a una persona que quemó una iglesia, una pyme o saqueó un supermercado”. ¿Cherry Picking?
¿Memoria selectiva? ¿Asesoría deficitaria? ¿Desconexión total con la realidad caracterizada por una
sociedad cuya principal preocupación es el incremento de la delincuencia? Ante tanta ambivalen-
cia, lamentablemente, es difícil determinarlo.
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