Los hombres contra Nabila
Así es desde que el gobierno regional le facilitó una casa a la familia para acompañar a Nabila. La joven que fue brutalmente agredida en la esquina de Lautaro con Monreal el pasado 14 de mayo, volvió a Coyhaique hace tres semanas. Pero muy pocos conocen su paradero.
Monitoreada por un equipo médico multidisciplinario, aprende a usar el bastón y a moverse a oscuras.
-Ha sido muy difícil. Ella se frustra y a veces se enoja porque hay cosas que no puede hacer -dice su madre mientras se alista para ir a la Iglesia Pentecostal Evangélica.
La madre de Nabila no sale sola. Un familiar la lleva del brazo y entra con ella al culto. Hoy se siente más aliviada. Desde que su hija declaró por primera vez ante el fiscal, indicando a su pareja Mauricio Ortega (42) como su agresor, siente que las cosas por fin van avanzando.
-Se han dicho tantas cosas sobre mi hija, que me alegro que ahora haya podido decir la verdad -expresa mientras el viento helado de Coyhaique le pone la piel de gallina.
Ortega permanece en prisión preventiva en calidad de imputado, luego de que Nabila fuera encontrada botada en la calle por un vecino que llamó a Carabineros.
A Noelia Ruiz, madre de Nabila, no le arrebataron los ojos, pero la violencia ha sido una constante en su vida como en la de su hija.
-Yo sé que le va a costar, pero ella saldrá adelante. Se lo pido a Dios todos los días -dice Noelia.
El 12 de julio pasado, cuando la familia colgó globos de colores y una piñata para celebrarle el cumpleaños a los dos hijos menores que Nabila tuvo con Mauricio Ortega, Noelia recordó una serie de golpes que las trajeron a ambas hasta aquí.
-Es un círculo vicioso que ahora esperamos romper -dice mientras la noche escarchada y brumosa de Coyhaique apenas deja ver.
Desde el ataque a su hija, es Noelia quien está a cargo de los cuatro hijos de Nabila con supervisión de una organización del Sename que se ocupa de su reparación y contención.
En un informe de las psicólogas de Cepij Coyhaique (Centro de Protección Infanto Juvenil), presentado al Juzgado de Familia el 7 de julio, las profesionales señalan:
"El mayor de ellos manifiesta elevada rabia y temor hacia la figura de don Mauricio, sumado a la sensación de no haber accionado en pro de proteger a su madre. Y no se puede desmentir, que tras ser víctimas indirectas de violencia intrafamiliar, los niños presentan un daño que fluctúa entre moderado y severo, lo cual no es solo reflejo del último episodio que afectó a su madre sino que es respuesta de la cronicidad del mismo".
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Fue la muerte del mecánico Juan Pablo Rifo Rifo, papá de Nabila, el 7 de noviembre de 2001, el punto de inflexión. Noelia, su mujer, que había sido dueña de casa, tuvo que salir a trabajar para mantener a su familia, y su hija mayor, Nabila y a quien ella llama cariñosamente Nadia, también.
Nabila era la mayor de las hermanos Rifo Ruiz. Pero además la única que estaba en condiciones de hacerlo: su hermana Carolina tiene un trastorno severo del lenguaje, problemas de visión y retardo mental leve a moderado, y Katherine, de 18, una discapacidad física llamada piel de cristal.
La madre de Nabila -quien vivía en una vieja casa de calle Errázuriz- no pasó mucho tiempo sin emparejarse. Aproximadamente en 2003 conoció a una nueva pareja y se fue a vivir con él. Dos años después, se separó.
Nabila nunca se llevó bien con su padrastro. Siempre fue violento con su...
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