Filosofía del derecho y derecho comparado (1943)
| Autor | Carlos Azcárate Rosell |
| Páginas | 569-577 |
569
Filosofía del derecho y derecho comparado*
Carlos Azcárate Rosell**
Una de las más sugerentes concepciones del pensamiento moderno, es aquélla
que proclamada por la losofía de los valores o de la cultura, e íntimamente enlaza-
da con la losofía de la vida, nos dice que el universo en el cual vivimos y del que
cada uno de nosotros constituye una porción innitamente pequeña, está escindido
en dos mundos, dos vertientes, dos provincias diferentes: el mundo del ser, de la
naturaleza, de la causalidad, y el mundo del deber ser, de la nalidad, de los valores
o ideales absolutos por los cuales tanto se agita la humanidad: la verdad, la belleza,
la justicia, el bien la santidad.
Ambos mundos opuestos no se encuentran sin embargo separados, como
pudiera creerse, por un abismo inzanjable, sino que por el contrario, según dice
Gustavo Radbruch, “entre la calma inocente de la naturaleza y la calma sublime
del ideal” –“entre el polvo y las estrellas”- se encuentra un reino intermedio, que
es el reino de la cultura, de la voluntad, de la vida humana objetivada, de nuestros
afanes, nuestras inquietudes y nuestras esperanzas, de los valores relativos que se
esfuerzan por plasmar un valor absoluto: la ciencia que tiende a la verdad, el arte
* Tomado de Revista Cubana de Derecho, no. II (66), año XVII (3 nueva serie), La Haba-
na, abril-jun io de 1943, pp. 161-173.
** Nunca escribo m is discur sos ni mis con ferencias, ante s de pronunciarlos, y ni si-
quiera los preparo por me dio de notas. Utiliz o simplemente, el método que po-
dríamos lla mar oratorio o mental, que con Mauricio Ajara, r ecomienda la mayoría
de los tratadistas, y a l que he añadido ligeras aport aciones persona les, productos
de la experiencia. Al día siguiente, proc uro sin embargo, verter en el papel lo que
verbalmente expuse, pe ro es claro que dicha versión sólo const ituye una aproxima-
ción escrita de la di sertación pronunciada por mí. Hoy, a invitación de mi a migo el
doctor Alberto Blan co, publico en esa forma aproximada, la confer encia que dije el
4 de febrero a petición de la S ociedad de Legislación Comparada y en el loca l de la
Sociedad Cubana de Inge nieros. A esas dos entidades, al doctor A lberto Blanco y al
doctor Emilio Mené ndez, que prologó mi trabajo con una presentac ión elocuente y
benévola, consagro aqu í el testimonio de mi gratitud.
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