Cómo evitar que el estrés de marzo arruine el descanso obtenido en vacaciones
"Es demasiada la carga en marzo; por un lado se terminaron las vacaciones y se juntan una serie de responsabilidades y rutinas, como levantarse temprano, trasladarse y rendir en el trabajo o los estudios", comenta José Luis Rojas, psicólogo del centro Hipnosalud.
Por eso, tratar de organizarse y mantener el control es fundamental, según los especialistas. Un buen dormir, alimentarse sano, realizar ejercicio, dosificar las tareas y no postergar el tiempo libre ayudan a esa misión.
"Hay que tomárselo con calma la primera semana", sugiere Rojas. Tanto a nivel personal como familiar: "La ansiedad que genera la vuelta al trabajo o a clases produce una sinergia especial; la ansiedad de los niños afecta a los papás, y viceversa".
Para eso, conviene ir adecuando horarios de sueño y planificar tiempos de salida.
"Hay que acostarse más temprano y tratar de dormir unas ocho horas cada noche", dice la doctora Evelyn Benavides, neuróloga y especialista en medicina del sueño de la Clínica U. de los Andes. "Dormir bien contribuye a una disminución del estrés diario, además de ayudar a un mejor rendimiento y ánimo".
El problema es que los chilenos -dicen los expertos- tienen una mala higiene del sueño: se quedan hasta tarde frente a una pantalla -TV, computador, celular-, no respetan horarios y duermen menos de lo recomendable.
Un sueño poco reparador, precisa Benavides, se asocia a cuadros de irritabilidad, falta de concentración y mal humor, además de disminuir el bienestar físico y mental.
Respirar profundo
Por eso, junto con dormir y levantarse todos los días a la misma hora y evitar ver televisión o usar el computador en la noche, se recomienda no consumir alcohol, café o bebidas cola más allá de las cinco de la tarde.
"La gente se da cuenta de que lo está pasando mal en el día, pero no lo asocian a lo que pasa en la noche. Puede que sientan que duermen, pero no siempre es un sueño reparador", precisa.
Respetar horarios de alimentación también ayuda a que el cuerpo no sufra un estrés innecesario a causa del hambre.
"Durante las vacaciones se altera la rutina, y una de las primeras cosas que hay que hacer es volver a ordenar los tiempos de comida. No saltarse el desayuno y comer algo liviano cada tres horas -como colaciones a base de frutas o lácteos descremados-, entre comidas, es útil para acostumbrar al cuerpo", explica Cecilia Benavides, nutricionista de la Clínica Indisa.
Evitar el hambre también ayuda a no caer en la tentación de comer alimentos...
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